lunes, 21 de diciembre de 2009

La cumbre de la vergüenza



La semana pasada se celebró la cumbre de Copenhague 2009 con el afán de conseguir un acuerdo entre todos los países del mundo para reducir la emisión de gases y así combatir los efectos del cambio climático. El pobre y desalentador resultado ya es conocido por todos. Greenpeace lo ha calificado como "crimen climático". El frente bolivariano -Bolivia, Cuba, Venezuela y Nicaragua-, representado sobre todo por Evo Morales y Hugo Chávez, no se han cortado al acusar al capitalismo de la situación actual, ya que promueve prácticas económicas que no tienen en cuenta los intereses de la humanidad y de la naturaleza.

Una cosa está clara: esto es lo que nos ha tocado. Un día -no me preguntéis cuándo, cómo ni dónde- los seres humanos decidimos delegar el rumbo del mundo y de nuestro destino en este tipo de líderes, más interesados en los intereses económicos que en respetar la vida del planeta y el futuro de la humanidad. Ellos son los que invierten mucho más capital en guerras que en frenar la contaminación. Es decir, nuestros líderes, los líderes que hemos elegido para que nos guíen y representen, usan nuestro dinero, el dinero de todos, para matar más que para salvar vidas.

Esto es lo que nos ha tocado. Así que, ¿qué podemos hacer? Pues si está claro que nuestros líderes no nos van salvar, sólo queda una: salvarnos nosotros mismos. La guerra más peligrosa de todos los tiempos ha empezado y se ha iniciado en nuestra propia casa; y todos somos soldados en esta guerra. Nuestras armas son el reciclaje, el consumo de energía responsable, el uso del transporte público... Y la más importante de todas: infórmate e informa, porque necesitamos muchos aliados en esta guerra. Y ten cuidado soldado, no caigas en la trampa de la desinformación, porque muchos habrá que te dirán que con la que está cayendo eso del cambio climático no es más que un bulo. Sí, es cierto, hace mucho frío ahora. Pero dentro de 50 años ya no lo habrá.

Y apuesto a que dentro de 50 años, ninguno de nosotros querrá mentirle a su propio hijo o a su propio nieto cuando nos pregunte por qué dejamos que el planeta se muriera y le contestemos con lágrimas en los ojos que la culpa fue de un señor negro llamado Obama...

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