Galacticos de la opulencia.

Hoy ha sido la presentación de Cristiano Ronaldo como nuevo galáctico del Real Madrid en la segunda etapa de Florentino Pérez como presidente del club blanco. Es el jugador más caro del mundo (ha costado más de 90 millones de euros y va a cobrar unos 9 millones netos al año). Es un hombre record, ya que la presentación de hoy se convierte en la más multitudinaria de la historia del fútbol (80.000 espectadores). Y Cristiano Ronaldo es sobretodo un icono, un símbolo. ¿Pero qué es lo que realmente representa este símbolo?

El portugés es un futbolista de un nivel extraordinario, eso, pocos que entiendan de fútbol se atreverían a dudarlo. Pero hagámonos la siguiente pregunta: si Cristiano Ronaldo no hubiera costado tantos millones, ¿habría ido el mismo número de gente al Bernabéu? Incluso si en lugar de a Cristiano Ronaldo, en un pesadillesco supuesto para cualquier barcelonista, el Madrid hubiera fichado y presentado a Messi, con el morbo extra que además eso supone, pero que es más bajito, más feo que Ronaldo y sale menos por la tele, ¿habría ido el mismo número de gente? Y me atrevo a ir más lejos divagando: si Cristiano Ronaldo no se hiciera 3000 abdominales cada día (como han dicho hoy mismo en algún medio), y no tuviera ese cuerpo de actor porno que tiene, ¿ habría ido tanta gente a verlo?

Porque no nos equivoquemos, 80.000 personas para ver a un jugador ponerse una camiseta, son muchas personas y es un hecho que demuestra que Ronaldo es ya muy querido por el madridismo aún cuando todavía no ha hecho nada por el madridismo, excepto suponerle la inversión más cara de su historia, pero, ¿alguien se ha parado a pensar en cuál sería la media de edad de esos 80.000 espectadores? ¿24, 20 años? ¿Menos quizás? En la tele era difícil ver a alguien de edad madura, la mayoría eran quinceañeras desatadas y niños eufóricos. Y ahora volvamos a hacer la pregunta que ya mencioné en el primer párrafo: ¿qué representa realmente este ícono de nuestra sociedad actual llamado Cristiano Ronaldo?

Hoy por desgracia, vemos numerosos ejemplos en el día a día (por supuesto, no todos tan mediáticos y difundidos como el de esta tarde) de los valores que cada vez priman más en nuestra sociedad y están sustituyendo a otros: el materialismo desaforado frente a la solidaridad; lo superficial frente a lo profundo; el "estudia y trabaja" versus "sé guapo y hazte ríco y famoso". Me temo que Cristano Ronaldo sólo es una parte involuntaria más de ese mensaje que presidentes sobrados en opulencia y telediarios reconvertidos en shows del entertainment les hacen llegar a nuestras sobrinas quinceañeras, a nuestros hijos de 8 años.

Mas pese a mi temor, por lo menos mantengo la esperanza de que mañana algunos de esos niños de ocho años que estaban hoy en el Bernabeú crecerán, estudiarán, leerán y aprenderán. Y entre esas cosas que aprendan espero que esté la conciencia de que cada pequeña limosna que des al que pasa hambre, cada abrazo que regales al que está triste, y cada mano que ofrezcas al que se quiere levantar, valen mucho más que cualquier gol de Cristiano Ronaldo. Aunque no tengas a una multitud entera para aplaudirte.