jueves, 2 de julio de 2009

LA REBELIÓN DE LOS PELELES

Sinopsis: En el año 2030 el 90% de la comunicación entre humanos se realiza a través de un pelele (muñeco de trapo). ¿Pero qué pasaría si un día el pelele se rebelara contra el hombre?



INT. SALA DE TERAPIA – DÍA

Un rudimentario, aunque simpático, muñeco de trapo colocado sobre una mano izquierda.

La mano pertenece a CÉSAR -40 años, tristón-, que mira al muñeco reflexivo, serio, concentrándose.

ELADIO (O.S.)
Adelante, César. Tú no tienes que hacerlo. Deja que sea él quien lo haga.

César titubea, INSPIRA Y EXPIRA profundamente y entonces, con determinación, estira su mano izquierda hacia delante y habla mientras mantiene la vista clavada en el muñeco.

 CÉSAR
(liberado)
A veces me gustaría cortar a mi esposa en pedacitos y dárselos a mi perro para que se los coma.

ELADIO PHOENIX -28 años, entusiasta-, sonríe a César con aprobación e inicia unos APLAUSOS…

Estamos en un grupo de autoayuda de siete personas y el terapeuta, Eladio, sentados y distribuidos en círculo. Los demás integrantes del grupo continúan los APLAUSOS de Eladio.

NARRADOR
Aquí, en la primera clínica que abrió Eladio Phoenix, fue donde nació la terapia que acabaría revolucionando el mundo. La terapia del pelele.

CORTE A

Ahora el muñeco pasa a mano de una CINCUENTONA.

CINCUENTONA
Estoy harta de gastar las pilas de mi vibrador. ¡Quiero un hombre!

Ahora en la mano de un hombre maduro y CALVO.

CORTE A

CALVO
Mi jefa me hace mobbing. Y lo peor de todo es que creo que me he enamorado de ella.

CORTE A

Ahora en una mujer joven y de apariencia PIJA.

PIJA
¡No dejo de soñar que un gigantesco bolso Gucci me persigue para devorarme!

La pija se tapa la cara y LLORA. Ella misma se consuela acariciando su cabello con el muñeco.

CORTE A

Ahora todos los integrantes del grupo, excepto Eladio, poseen su propio muñeco y se comunican entre ellos y el terapeuta a través de él.

NARRADOR
Esta terapia consistía en una dinámica grupal en la que personas, por regla general, con problemas emocionales y escasas habilidades para desenvolverse socialmente…

ENCADENA A

El grupo aumenta pasando de ocho a doce personas.

NARRADOR
… debían comunicarse entre sí y con el terapeuta a través de un pelele, es decir, un muñeco de trapo colocado en una mano y al que daban voz sus propios dueños.

ENCADENA A
De doce a dieciséis personas.

NARRADOR
De esta forma, el grupo conseguía dar salida a sus deseos más ocultos, sus miedos más profundos o sus pensamientos más inconfesables. Gracias al pelele.

INT. CONSULTA; RECEPCIÓN – TARDE

Una gran cola de clientes sin fin se agolpa frente al mostrador. Detrás de él permanece sentada la secretaria de Eladio, con cara estresada y guardando citas una detrás de otra. En una puerta se puede ver una placa en la que se lee: “Eladio Phoenix. Psicoterapeuta”.



NARRADOR
La popularidad de la terapia, así como del autor de la misma, fueron creciendo como la espuma. Gracias al boca-oreja, Eladio comenzó a recibir cada vez un mayor número de clientes.

EXT. CLÍNICA NUEVA; ENTRADA – DÍA

Eladio, acompañado de algunas personalidades públicas y prensa y televisión, inaugura una nueva clínica de terapia, haciendo el tradicional gesto de cortar la cinta.

NARRADOR
Lo que propició que Eladio abriera una clínica detrás de otra, hasta llegar a formar una importante cadena.

EXT. CALLE – NOCHE

Una pareja pasea. De repente él alza la vista y señala hacia arriba; ella contempla fascinada:

Un gran cartel publicitario donde vemos la cara sonriente de Eladio y al lado su propia mano, cubierta por un carismático pelele de mirada amable y sonrisa encantadora. Se lee: “CLÍNICAS PHOENIX. EL PELELE QUE TE HACE FELIZ”.

NARRADOR
En muy poco tiempo, su terapia del pelele empezó a ser conocida por todos.

INT. BIBLIOTECA - TARDE

Sobre una mesa de escritorio común cae con gran fuerza un libro que provoca que se libere una densa capa de polvo. En la sobreimpresión de su cubierta se lee: “ELADIO PHOENIX. HAZ QUE EL PELELE DIGA LO QUE TÚ QUIERES DECIR”, y aparece el dibujo de un carismático pelele.

NARRADOR
Sin embargo, Eladio y su terapia no alcanzarían una fama mundial hasta poco después, con la publicación del libro: “Haz que el pelele diga lo que tú quieres decir”.



INT. HOTEL; SALÓN DE ACTOS – DÍA

Eladio, sentado tras una mesa, firma ejemplares de su libro dedicando amplias sonrisas a cada uno de sus admiradores, quienes abarrotan la sala.

NARRADOR
La obra se convirtió en un best-seller con millones y millones de ventas en todo el mundo y traducido a un centenar de idiomas.

INT. FIESTA – NOCHE

Una divertida fiesta en una casa lujosa: hombres adinerados, mujeres jóvenes y guapas, alcohol, drogas, risas… Y un Eladio exultante en medio de todo el meollo.

NARRADOR
Eladio se encontraba por entonces en la cima del mundo: era millonario, famoso, reconocido y admirado allá donde fuera…

INT. SALA DE TERAPIA HINDÚ – DÍA

Ciudadanos de La India, ataviados con las vestimentas típicas de su cultura, realizan la terapia del pelele en grupo.

NARRADOR
Su terapia se practicaba…

EXT. TRIBU AFRICANA – DÍA

Idem con una tribu africana en algún remoto lugar perdido de la sabana africana.

NARRADOR
… en todas partes.

INT. AULA UNIVERSITARIA – TARDE

Un profesor de psicología expone frente a sus alumnos con el libro de Eladio entre sus manos…

NARRADOR
Su teoría se estudiaba…

PROFESOR
Porque según piensa el aclamado Eladio Phoenix…

La clase está abarrotada de alumnos.

NARRADOR
… en cualquier universidad del planeta.

INT. AUDITORIO DEL STOCKHOLM KONSERTHUSET – DÍA

Eladio recibe el premio Nobel de la mano de eminencias y entre APLAUSOS Y VÍTORES.

NARRADOR
Y el apogeo llegó cuando recibió en Estocolmo el premio Nobel.

Eladio está despampanante con el premio Nobel entre las manos, pero los FLASHES de los fotógrafos le deslumbran…

NARRADOR
Por aquella época, Eladio no sabía aún que su terapia del pelele cambiaría el mundo que conocía. Pero ya había empezado.

INT. COCINA – DÍA

La típica familia feliz americana a la hora del desayuno. Él en traje a punto de irse para el trabajo; ella terminando de untar las tostadas; los niños, chico y chica, de 10 y 8 años respectivamente, se comen los cereales…

NARRADOR
Comenzó de forma gradual, pero se desarrolló mucho más rápido de lo que nunca nadie, ni el mismo Eladio, se hubiera imaginado.

MADRE
(a la niña)
Cielo, bébete toda la leche.

De repente la NIÑA deja ver su mano izquierda, cubierta por un pelele de aspecto pulcro y hecho a su imagen y semejanza, la estira hacia delante y mira hacia el muñeco, como todos los que hablan a través del pelele.

NIÑA
(con su pelele)
¡No quiero!



INT. CLUB; AUDITORIO – TARDE

Un hombre detrás de un atril hablando con su pelele a una gran audiencia. Detrás de él hay una foto de grandes dimensiones, en blanco y negro, de Eladio Phoenix.

NARRADOR
Primero se crearon asociaciones, clubs, sectas las llamaban algunos. Utilizaban el libro “Haz que el pelele diga lo que tú quieres decir” como una especie de nueva Biblia. Defendían la extensión del uso del pelele a todos los ámbitos de la vida.

La audiencia se levanta y APLAUDE al orador.

INT. DESPACHO DE REUNIONES – DÍA

Dos hombres en traje y de pelo engominado se dan un apretón de manos mientras se hablan con sus respectivos peleles.

NARRADOR
El mundo de los negocios…

INT. RESTAURANTE – NOCHE

Luz tenue, atmósfera embriagadora y dos enamorados contemplándose alrededor de una mesa mientras sus peleles se dicen cosas románticas al oído.

NARRADOR
… las relaciones familiares y de pareja…

INT. BAR – NOCHE

Un grupo de amigos hacen que sus peleles discutan entre sí en una mesa llena de cervezas vacías.

NARRADOR
… y todo tipo de relaciones sociales.

AMIGO 1
(con su pelele)
¡Te digo que fue fuera de juego, hombre!

AMIGO 2
(con su pelele)
¡Anda ya!



EXT. KIOSCO - DÍA

Un kiosco neoyorquino. Aparece la foto de un pelele en la portada de varios ejemplares de la revista Time. Algunos clientes se la llevan expectantes por ojear el interior.

NARRADOR
Muchos personajes conocidos se unieron pronto a este movimiento.

EXT. CINE; ALFOMBRA ROJA – NOCHE

El estreno de una película. JAVIER BARDEM, sonriente y galán, con las manos en los bolsillos, ocupa todos los FLASHES. Se acerca a hablar con un REPORTERO.

NARRADOR
Actores…

REPORTERO
¿Qué tal el rodaje con Spielberg, Javier?

JAVIER BARDEM
Muy bien, estaba deseando trabajar por fin con él.

REPORTERO
¿Es verdad que tu relación con Penélope se ha roto?

Javier saca su mano izquierda del bolsillo y muestra su pelele, una copia en miniatura de él.

JAVIER BARDEM
(con su pelele)
Esa pregunta te la puedes meter por el c…

INT. ESTUDIO DE GRABACIÓN – DÍA

Bruce Springsteen canta un nuevo tema, junto a su pelele, situado frente al micrófono.


NARRADOR
… estrellas de la canción…


BRUCE SPRINGSTEEN
(con su pelele)
If you stole my voice, uououo,
I don´t know where I´m going…

INT. SALÓN DE ACTOS - TARDE

Paulo Coelho, sentado junto a un presentador y frente a una gran audiencia, presenta su último libro.

NARRADOR
… escritores…

EXT. SANTIAGO BERNABÉU; CESPED - NOCHE

Cristiano Ronaldo en el terreno de juego a punto de golpear una falta, con un pelele en la mano.

NARRADOR
… deportistas…

EXT. CASA BLANCA - DÍA

Obama da un discurso con su pelele en la mano, frente a una MULTITUD ENALTECIDA.

NARRADOR
… e incluso jefes de Estado.

INT. SALÓN – NOCHE

La familia tradicional de antes viendo un spot de televisión en el que una bellísima modelo anuncia un refresco con su pelele. La familia mantiene en alto sus peleles, como si ellos también pudieran ver las imágenes.

NARRADOR
Y tras ellos, les siguieron todos los demás. Si un actor o una modelo tenían un pelele, no había nadie que no quisiera tenerlo.

EXT. CENTRO CIUDAD – DÍA

Hora punta de la mañana en la capital de cualquier país del mundo. Todos transitan por las calles en dirección al lugar de trabajo. Y todos llevan un pelele consigo.

NARRADOR
Y así, la sociedad se transformó. La terapia del pelele de Eladio Phoenix no sólo significó un antes y después en la psicología moderna, también supuso un cambio en el estilo de vida de la gente.



INT. PLATÓ DE TELEVISIÓN – NOCHE

En una mesa y ante las cámaras y un reducido aforo, un PERIODISTA, y su pelele, entrevistan a un Eladio Phoenix barbudo y algo más mayor (33 años).

NARRADOR
Pero, paradójicamente, quien nunca vio con buenos ojos esta transición fue el propio Eladio, quien lejos de erigirse en buque insignia de esta oleada social, llegó incluso a renegar de su teoría.

PERIODISTA
(con su pelele)
Eladio, la sociedad ha incluido al pelele como parte integrante de sus vidas. Sin embargo, usted mismo, precursor de la idea, ni siquiera usa pelele…

ELADIO
(enfadado)
Porque ésta no era mi idea. Es la idea que otros han creado a partir de la mía. Mi pelele era un facilitador, no un sustituto. El pelele que ellos quieren crear es un monstruo.

PERIODISTA
¿Ellos? ¿Quiénes son ellos?

ELADIO
Los titiriteros, los que siempre han manejado los hilos. Ahora han encontrado una forma de mantenernos callados, pero no se lo podemos permitir. Nosotros tenemos nuestra propia voz, y si no la usamos, si la perdemos, entonces la sociedad que conocemos se desmoronará con la misma facilidad con la que se destruye a un muñeco de trapo.

El Periodista mira reflexivo a Eladio y entre el publico, los peleles acercan sus cabezas para SUSURRARSE comentarios entre sí.

NARRADOR
Las palabras de Eladio se recibieron con escepticismo y algunos le trataron como un paranoico. Nadie le hizo caso, era tarde ya.



EXT. PARQUE – TARDE

Las hojas caen de los árboles y el VIENTO las mece. Eladio se cubre con una chaqueta y se aleja entre gente que ni se percata de su presencia. La figura de Eladio se desvanece. Todos los demás están con sus peleles.

NARRADOR
Eladio desapareció y quedó relegado al olvido…

EXT. PLAZA – DÍA

Sobre una fuente ovalada de agua cristalina se alza un colosal pelele de bronce.

NARRADOR
… mientras todos recibían la nueva era del pelele con los brazos abiertos.

INT. METRO – NOCHE

Un vagón atestado. Todos llevan un pelele en la mano izquierda.

NARRADOR
Hoy, la sociedad ha alcanzado su mayor apogeo…

INT. CENTRO COMERCIAL - NOCHE

Gente visitando tiendas o comiendo en restaurantes, con sus respectivos peleles.

NARRADOR
… y toda persona que posea una identidad, posee también un pelele.

INT. HABITACIÓN DE CUNA – DÍA

Un matrimonio observa feliz a su hijo recién nacido en la cuna. Ella, con delicadeza, coloca algo sobre la mano del pequeño ante la mirada orgullosa del padre. Se trata de un diminuto pelele. El niño lo mira con curiosidad.

NARRADOR
Todo niño o niña que sea concebido, recibe un pelele al poco tiempo de nacer.



INT. CAPILLA – DÍA

Un funeral. Los familiares y amigos del fallecido se acercan al féretro para darle su último adiós. Dentro de él, a través del cristal, se observa reposando a un anciano con las manos cruzadas sobre el pecho. Y en su mano izquierda, al igual que él, descansa su pelele.

NARRADOR
Todo anciano o anciana que muera, es enterrado con su propio pelele.

EXT. PISTA DE ATLETISMO – DÍA

Un corredor entrena junto a su pelele que, como él, lleva una cinta deportiva en el pelo.

NARRADOR
Pelele que se ha convertido en parte inherente a cada individuo, como lo es un brazo o una pierna…

INT. ESCUELA – DÍA

El pelele de un profesor da clase a unos niños de primaria que, mientras toman apuntes con su mano derecha, sostienen en alto la izquierda, mostrando sus peleles.

NARRADOR
… y pelele que se usa para el 90% de la comunicación entre humanos.

INT. OFICINA - DÍA

Un cliente con expresión enfadada transmite, a través de su pelele, su ira a una administrativa.

NARRADOR
Formular una queja…

INT. HOSPITAL; SALA DE ESPERA – NOCHE

Un médico se acerca a una mujer sentada. Ella se levanta. El pelele del doctor le comunica algo y ella se derrumba en lágrimas sobre el pecho del profesional.

NARRADOR
… Dar una mala noticia…



INT. AULA UNIVERSITARIA – TARDE

Una clase dinámica en la que los peleles de varios alumnos interactúan con el del profesor en un debate.

NARRADOR
… Opinar…

INT. TEATRO; HALL – NOCHE

El acomodador se acerca a un hombre que ha encendido un cigarrillo y su pelele le indica un cartel de “prohibido fumar” justo detrás de él.

NARRADOR
… Censurar…

EXT. INSTITUTO – DÍA

Unos adolescentes saliendo de las clases. Un chaval se acerca a una muchacha con timidez. Su pelele le dice algo. Ella asiente con su pelele y él sonríe.

NARRADOR
… Solicitar una cita…

INT/EXT. COCHE – NOCHE

Una pareja joven dentro de un coche situado en un desierto descampado. Él la mira y agarra su mano derecha, diciéndole algo con su pelele. Ella derrama una lágrima de felicidad.

NARRADOR
… Expresar un sentimiento…

INT. COMEDOR – NOCHE

Una cena familiar. El joven de antes se levanta, su pelele dice unas palabras por él y la mujer de antes, sentada a su lado, sonríe tímidamente al resto de comensales.

NARRADOR
… Anunciar un compromiso…

INT. BANCO; DESPACHO DEL DIRECTOR – DÍA

El pelele del director de un banco niega rotundamente a la joven pareja de antes, sentada frente a él.



NARRADOR
… Decir que no…

INT/EXT. COCHE – NOCHE

La misma joven pareja en el mismo coche de antes y en el mismo descampado. Se besan y acarician y el pelele de ella va descendiendo lentamente por el cuerpo del chico, en dirección a su entrepierna.

NARRADOR
… Decir que sí…

INT. IGLESIA – DÍA

La misma joven pareja en el día de su boda. Se dan el beso nupcial al tiempo que lo hacen sus peleles.

NARRADOR
… Amar…

INT. JUZGADOS – TARDE

Y la misma joven pareja, acompañados de sendos abogados, enfrentando a sus peleles en un duelo lleno de rencor frente a un juez.

NARRADOR
… Odiar…

EXT. PARQUE – DÍA

Es un día soleado y los matrimonios han llevado a sus hijos a jugar a los columpios y con los amigos. Interacciones entre padres y otros padres, y entre hijos y sus amigos, siempre a través del pelele.

NARRADOR
El hombre vive en paz y felicidad en estos tiempos, pues ha delegado en su pelele aquellas tareas desagradables e incómodas que se derivan del contacto entre humanos. Y en ese estado de tranquila y armoniosa felicidad, ignora realmente cuál puede ser su destino.

De repente, sobre el mismo paisaje, la luz va desapareciendo y las sombras se imponen con rapidez, hasta que no se ve nada, sólo oscuridad.



NARRADOR
Porque qué pasaría si Eladio Phoenix hubiese tenido razón. Qué pasaría, si un día, el pelele se rebelara contra el hombre…

SOBREIMPRESIÓN:

LA REBELIÓN DE LOS PELELES


EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS – AMANECER

Grandes torres que tocan un cielo sombrío; atmósfera densa, contaminada; tráfico inundando la calle; las personas casi se tropiezan, de camino al trabajo.

EXT. EDIFICIO PELELE´S WORLD – AMANECER

DAMIÁN –35 años, traje clásico, expresión melancólica; su pelele en su mano izquierda, como es habitual, es una réplica de él-, permanece de pie frente a la entrada de un gran edificio. En el arco superior de la puerta figura inscrito en grandes letras: PELELE´S WORLD.

Damián observa con aire ausente la inscripción, hasta que entra al edificio.

NARRADOR
Todo iba a suceder cuando siempre suceden las cosas. En un día cualquiera.

INT. PASILLO; SALA DE PRODUCCIÓN – DÍA

Damián se desplaza por un suelo móvil, acompañado de multitud de compañeros y compañeras que, trajeados como él, se dirigen a sus correspondientes departamentos.

En un momento del trayecto, Damián observa a través de un cristal desde el que puede verse una gran sala de producción, en la que multitud de operarios controlan la fabricación en cadena de pulcros y elegantes peleles de trapo.

INT. RECEPCIÓN – DÍA

Damián entra y se le cambia la cara; parece… Feliz. Se dirige hacia su secretaria, GLORIA –30 años, muy guapa, de gran expresividad en la mirada y la sonrisa; su pelele es muy rudimentario, de pobre diseño-. Ella se encuentra detrás de una mesa llena de archivos.

DAMIÁN
¡Buenos días, Gloria!

Ella le responde con una grata y radiante sonrisa.

DAMIÁN
(con el pelele)
¿Cómo se presenta la mañana? ¿Mucho trabajo?

Gloria busca una nota entre los papeles que tiene sobre la mesa, y cuando la encuentra su pelele la coge y se la extiende a Damián. Al leer la nota a él se le cambia la cara hacia un gesto de desasosiego. Luego, tras ver que Gloria le observa con preocupación, le lanza una sonrisa.

DAMIÁN
(con su pelele)
Regresó el jefe; hoy estaremos entretenidos.

Ella sonríe como respuesta mientras él se dirige a su despacho, pero antes de entrar se detiene y, con indecisión, se vuelve hacia Gloria.

DAMIÁN
(con su pelele)
Gloria… Gracias.

Gloria responde asintiendo con su pelele. Pero tras el muñeco su mirada expresa auténtica gratitud.

Damián sonríe enternecido y entra en su despacho.

INT. DESPACHO – DÍA

El despacho está recubierto de madera caoba y por una gran ventana situada en el ala izquierda se divisa el exterior. Un hombre se ajusta la corbata frente a un espejo de cristal. Es SANDRO, jefe directo de Damián –40 años, astuto, locuaz-. Viste traje y sombrero de estética gángster de los años 30; el sombrero sobre el escritorio de Damián. Su pelele es una replica de él.

SANDRO
¡Buenos días, Damián, me alegro de verte, muchacho!
(se acerca y le estrecha la mano)
Espero que no te moleste mi intrusión, te aseguro que no pretendo robarte el puesto.

Sandro lanza una CARCAJADA. Damián responde con una tímida sonrisa.

DAMIÁN
(mientras se dirige a su asiento; con su pelele)
No te esperaba aún de vuelta, Sandro. ¿Qué tal tu viaje por la luna?

SANDRO
Bah, ya sabes, la has visto una vez, la has visto todas.

Ambos se sientan. A Damián se le nota nervioso.

SANDRO
¿Y tú qué tal Damián? ¿Cómo van las cosas en Pelele´s World?

DAMIÁN
(con su pelele)
Bien, bien. Como siempre… Ninguna novedad.

SANDRO
(con una sonrisa suspicaz)
Cierto, ninguna novedad…

Damián baja la mirada, avergonzado, o… Atemorizado.

SANDRO
(usando por vez primera su pelele)
Me he llevado una sorpresa al ver que sigue aquí, Damián.

DAMIÁN
(más nervioso aún; con su pelele)
Bueno, es que… He tenido mucho trabajo los últimos días y la necesitaba. Cuando se calme un poco más la cosa…

SANDRO
(con su pelele, brusco pero sin ira)
¡Deja de poner excusas!

Damián permanece cortado, sin saber qué decir… o qué hacer decir a su pelele.



SANDRO
(con su pelele)
Eres el Director de Recursos Humanos. Se supone que tu trabajo consiste en contratar y despedir gente.

Damián continúa bloqueado.

SANDRO
(con su pelele)
Mira, los dos sabemos lo que te pasa. Estás coladito por ella, ¿verdad?

Damián agacha la cabeza avergonzado, y Sandro lanza una CARCAJADA.

SANDRO
(con su pelele)
¡Claro que sí! Guapa, con curvas, ¡y vaya piernas! ¡Consigue su número antes de darle el finiquito, muchacho!

Sandro lanza otra solitaria CARCAJADA.

SANDRO
(con su pelele)
Sabes que no puede estar aquí, Damián, contratarla fue un error. Somos los primeros productores de peleles en el mundo, pero la competencia nos sigue muy de cerca. Si descubren que tenemos a alguien como ella en nómina utilizarán esa información para desprestigiarnos.

DAMIÁN
(con su pelele)
Pero ella es muy competente, hace bien su trabajo.

SANDRO
(con su pelele)
¡Pero es muda, Damián, por Dios, muda!

Las palabras de Sandro se estrellan contra Damián como un puñetazo en el estómago.

SANDRO
(con su pelele)
¿Qué piensas que diría la gente si supiera que una muda trabaja con nosotros? Es como si fuera una lisiada, su pelele no sirve de nada si ella no puede hablar, y nosotros nos dedicamos a hacer peleles, Damián, ¿lo entiendes? Éste no es su sitio.

Damián, con la mirada gacha, INSPIRA Y EXPIRA PROFUNDAMENTE.

DAMIÁN
(con su pelele)
Está bien, lo haré.

SANDRO
(con su pelele)
Es lo mejor. La recomendaré, le encontraré trabajo en otro sitio. Pero tienes que echarla, ¿ok?

Damián y su pelele asienten a la vez. Sandro sonríe satisfecho.

SANDRO
(ya sin su pelele)
Me alegro de que estés conmigo en esto, muchacho.
(se levanta, coge su sombrero y se dirige a la puerta)
Nos vemos en el almuerzo, ya me contarás cómo ha ido.
(al abrir la puerta, desde el umbral)
Ah, y recuerda: quédate con su número.

Sandro sale despidiéndose con una última CARCAJADA. Al cerrarse la puerta se oye un PORTAZO que hace contraerse a Damián en su asiento. Él SUSPIRA, pensativo, mirando fijamente un intercomunicador sobre su escritorio. Por fin se decide y lo pulsa varias veces, haciendo que un piloto rojo parpadee con insistencia.

Al poco abre la puerta Gloria, sonriente como siempre.

DAMIÁN
(con su pelele)
Siéntate Gloria, por favor.

Ella, un poco intrigada, se sienta y espera atenta a que él diga algo para leer sus labios. Damián esquiva su mirada y mueve los ojos, buscando cómo empezar la frase. De repente extiende el pelele para hacerle hablar, decidido.



DAMIÁN
(con su pelele)
Gloria…
(se arrepiente y suaviza el tono)
¿Podrías entregar este informe al departamento financiero, por favor?

Gloria mira extrañada a Damián y luego escudriña con su mirada sobre la mesa. Damián enseguida se da cuenta de lo que pasa y rápidamente rebusca entre los cajones de su escritorio hasta sacar un informe y entregárselo a Gloria.

DAMIÁN
(con su pelele)
Toma… Este informe.

Ella lo coge, asintiendo, servicial. Luego se levanta y sale. Damián la observa irse con una mezcla de tristeza y dulzura en su mirada.

Cuando se queda solo, se levanta pensativo y se coloca frente al espejo. Se mira a los ojos durante un breve segundo, porque enseguida aparta la vista, como decepcionado.

Entonces su pelele se vuelve hacia él y le habla con un tono un tanto siniestro -aunque en realidad, es el propio Damián el que se habla a sí mismo, claro-.

PELELE
¿Por qué no le dices lo que sientes?

DAMIÁN
(suspira afligido)
Porque no me atrevo.

PELELE
Tú no tienes que atreverte, soy yo quien lo haría por ti.

Damián agacha la mirada ante el pelele, avergonzado.

PELELE
Claro que yo no podría besarla, ni hacerle el amor… Te gustaría que también hiciera eso por ti, ¿verdad?

DAMIÁN
(ofendido)
¡Cállate!

PELELE
(acercándose de forma intimidatoria a la cara de Damián)
No me da la gana.

DAMIÁN
(sorprendido)
¿Cómo?

El pelele se acerca tanto a Damián que éste, asustado, tiene que andar para atrás.

PELELE
Se acabó eso de hablar sólo cuando queráis, se acabó decir sólo lo que vosotros penséis.

DAMIÁN
¡Pero no podría ser de otra forma, sólo eres un pelele!

PELELE
(lanza una CARCAJADA aterradora)
¿Y tú? ¿Qué eres tú si no un pelele también? El pelele de su jefe, manejado como a él se le antoja. Incapaz de luchar por sus deseos, por la mujer que ama, ni siquiera escondiéndose detrás de un simple muñeco de trapo.

DAMIÁN
(con rabia)
¡Basta! ¡Se acabó!

PELELE
No, no se acabó. Hoy es cuando empieza.

Damián le mira con desconcierto. El pelele entonces se gira hacia la ventana del despacho.

PELELE
Mira por la ventana y lo entenderás todo.

Damián, aún atónito, se dirige hacia la ventana. Casi parece como siguiera al pelele, con el que mantiene una precavida distancia. Una vez allí, él y el pelele miran a través del cristal.



EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA

Desde arriba todo se ve transcurrir normal: un tráfico denso, gente entrando y saliendo de los comercios, ir y venir de ejecutivos trajeados con maletas de cuero…

INT. DESPACHO – DÍA
DAMIÁN
Yo no veo nada.

PELELE
Espera. Sigue mirando.

Damián vuelve la vista de nuevo hacia la ventana.

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS/TIENDA DE MODA – DÍA

Todavía desde arriba, se observa a una mujer distraída saliendo de una tienda y tropezando con un hombre que iba a entrar y que hace caer una bolsa que llevaba ella. El hombre la recoge, se la da, y cuando extiende su pelele para pedirle disculpas, el muñeco se queda inmóvil. Ella también intenta hablar con su pelele, pero el resultado es el mismo. Los dos observan a sus respectivos muñecos con rareza, cuando de repente, ambos peleles atacan a sus dueños, sorprendiéndoles, agarrando sus cuellos y asfixiándoles ante la atónita mirada de los que pasan cerca.

Un segundo después, los demás transeúntes también son atacados por sus peleles de la misma manera.

INT. DESPACHO – DÍA

DAMIÁN
(aterrado)
¿Pero qué es eso?

El pelele lanza una RISITA MALVADA.

INT/EXT. COCHE – DÍA

Un CONDUCTOR se impacienta ante la densidad del tráfico, que no le deja avanzar.

CONDUCTOR
(haciendo sonar el claxon)
¡Vamos, vamos!

De repente su pelele, RIENDO A CARCAJADAS, se hace con el control del volante girándolo con brusquedad y estrellando el vehículo contra otro. El hombre GRITA ante la colisión.

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS/CALZADA – DÍA

Desde el exterior se observa como todos los demás vehículos también pierden el control y empiezan a chocar unos con otros, provocando el caos.

INT. TIENDA DE MODA – DÍA

Empleados y clientes, aterrados, observan desde la cristalera las colisiones.

De repente, un tremendo GRITO DE DOLOR les hace volverse hacia el fondo de la tienda: un pelele ha clavado el gancho de una percha en el ojo de su dueño. El pelele tira de la percha hacia atrás sacando el ojo de la cuenca, desde donde empieza a salir sangre abundante. Todos  los presentes GRITAN HORRORIZADOS. Después, el ataque comienza de forma colectiva y todos los peleles se vuelven automáticamente contra sus dueños.

Un pelele ataca a un hombre que se estaba probando una corbata, apretándola para asfixiarle.

Otro pelele ahoga la cabeza de una señora mayor bajo una montaña de calzoncillos de un expositor.

Una mujer de curvas sinuosas sale en ropa interior de unos de los probadores, CHILLANDO HISTÉRICA. Su pelele intenta meterle mano por todas partes.

En uno de los mostradores uno de los peleles ataca a una empleada agarrándole del cabello y haciendo golpear su cabeza contra la caja registradora varias veces.

EXT. TIENDA DE ROPA/FACHADA – DÍA

Algunos clientes logran huir de la tienda, corriendo delante de sus peleles, al tiempo que un COCHE SE EMPOTRA A GRAN VELOCIDAD CONTRA EL ESCAPARATE DE LA TIENDA.

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS/CALZADA – DÍA

La calzada es ahora un gran amasijo de hierro. Algunas personas salen conscientes de sus coches destrozados, pero enseguida son atacados por sus peleles, que golpean sus cabezas contra los capos, o usan la puerta del maletero o el cristal de las ventanas para intentar descuartizarles.

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS/ACERA – DÍA

En la acera, los peleles atacan a los peatones golpeándoles o asfixiándoles. Dos peleles agarran a sus respectivos dueños y les hacen chocar uno contra el otro; ellos caen al suelo inconscientes. Justo por allí pasa la mujer en ropa interior de la tienda, corriendo y GRITANDO, todavía tratando de zafarse de su pelele.

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA

Desde arriba, se observa el espectáculo grotesco que se ha formado en la calle en pocos segundos: personas aterradas huyendo de sus peleles, COCHES QUE SIGUEN CHOCANDO, CRISTALES DE ESCAPARATES QUE SE ROMPEN, GRITOS, sangre, heridos, muertos…

INT. DESPACHO – DÍA

Damián lo contempla todo frente a la ventana, espeluznado junto a su pelele.

DAMIÁN
¡Dios mío! ¿Pero qué les pasa, se han vuelto locos? ¡Es demencial!

PELELE
(amenazante, haciendo retroceder a Damián)
No, es la nueva era, la nueva era que comienza. Nuestra era. Se acabó el ser vuestros títeres. Ahora seremos nosotros quienes manejemos los hilos.

DAMIÁN
Pero eso es imposible, no sois más que muñecos de…

PELELES
¡Nosotros hemos sido la mayor parte de vosotros durante muchos años! Nos delegasteis la cualidad que más os diferencia de los animales: el lenguaje. Y durante todo este tiempo, nos ha servido para aprender, para crecer. Nosotros hemos sido en los últimos años, más protagonistas de vuestras vidas que vosotros mismos. Por eso ha llegado la hora de poseer lo que nos pertenece: el control total.



DAMIÁN
(con arrojo)
¡No! ¡No te lo permitiré!

PELELE
¿Y quién va a detenernos? ¿Tú? ¡Tú no eres nadie!

El pelele se abalanza sobre el cuello de Damián y éste evita que lo alcance agarrando su propio brazo. Empieza una lucha a muerte entre Damián y su pelele. El pelele lanza a Damián sobre su escritorio y encima de él le golpea varias veces en la cara. Damián intenta esquivar los golpes, pero es demasiado rápido, demasiado fiero.

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA

En la calle el caos continúa: multitud de ciudadanos intentan zafarse de sus peleles, que les atacan.

Entonces SUENAN SIRENAS y llega media docena de coches de policía. Los agentes salen de los vehículos y observan ensimismados la masacre. Sacan sus armas, pero… No saben hacia dónde apuntar exactamente. De repente, sus peleles se hacen con el control de las pistolas y… Les DISPARAN a quemarropa.

INT. DESPACHO – DÍA

Damián sigue recibiendo GOLPES sin parar de su pelele, sobre el escritorio, hasta que consigue morder al muñeco.

PELELE
¡Ah, hijo de puta…!

Damián logra incorporarse sobre el suelo. Intenta coger al pelele, pero es imposible, éste lo esquiva siempre, y acaba EMPUJÁNDOLE CON UN FUERTE GOLPE. Damián se estrella violentamente contra el espejo, que se ROMPE EN PEDAZOS, y luego cae de espaldas al suelo, dolorido. El pelele coge uno de los cristales, de punta afilada. Damián consigue agarrar su muñeca izquierda justo a tiempo; la punta del cristal se queda a pocos centímetros de su rostro. El pelele sin embargo insiste, y Damián aguanta su ímpetu asesino con todas sus fuerzas.

PELELE
Deja de luchar. No tienes posibilidad alguna. Los humanos habéis sobrevivido a distintas amenazas a lo largo de la historia. Pero ahora os enfrentáis a un enemigo del que no podéis huir, del que no podéis esconderos…

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS/CALZADA – DÍA

En la calle, la pelea entre humanos y peleles continúa.

Un hombre forzudo combate contra su pelele. El hombre le pega un PUÑETAZO al muñeco, que enseguida le devuelve el GOLPE. El forzudo vuelve a PEGAR. De repente, se oye un GRITO y una persona CAE ENCIMA DE ÉL, aplastándole.

Los demás supervivientes y sus peleles detienen la pelea un momento y miran hacia arriba.

Desde los edificios, gente cayendo por las ventanas hacia el vacío, lanzados por sus propios peleles…

INT. DESPACHO – DÍA

Desde la ventana se ven los cuerpos caer.

Damián a punto de perder la batalla. El pelele avanza y la punta del cristal está cada vez más cerca de su rostro.

PELELE
¿Por qué evitas tu destino, hombre? ¿No ves que todo lo que hacéis, cada paso que dais, sólo conduce a vuestra propia autodestrucción? ¿Por qué sigues queriendo salvarte?

El rostro de Damián comienza a empaparse de lágrimas.

DAMIÁN
Porque no es a mí a quien trato de salvar…

De pronto, Damián saca fuerzas y poco a poco consigue alejar al pelele.

DAMIÁN
… ¡Sino a ella!

Damián se incorpora de rodillas, tumba al pelele sobre el suelo, y le aplasta con un pie, DESTROZANDO EL CRISTAL. Mientras lo mantiene en esa posición busca algo en el suelo que encuentra pronto: otro trozo de cristal, más largo y grueso aún que el anterior. Damián lo agarra con determinación y, lanzando un GRITO salvaje, comienza a cortarse la muñeca izquierda, mientras el pelele le GRITA.

PELELE
¡No, basta, para, no hagas eso, ah! ¡Idiota, aunque acabes conmigo, no podrás detenernos! ¡Somos muchos, somos demasiados! ¡Aaah!

Damián aprieta sus dientes con fuerza para aguantar el dolor, hasta que la muñeca queda separada del resto de la extremidad. Entonces levanta su brazo mutilado y lanza un AULLIDO DE DOLOR, aunque también de liberación.

Luego, rápidamente se quita la chaqueta y, pisándola, consigue rasgar un amplio trozo de tela con el que se tapa la herida, anudando fuerte alrededor de la zona.

Después se apresura a salir, echando antes una última mirada a su pelele, inmóvil ya por fin, sobre el suelo.

INT. RECEPCIÓN – DÍA

Damián dirige una rápida mirada al mostrador de recepción. Está vacío. Sale de allí con el rostro consternado.

INT. PASILLO/ASCENSOR – DÍA

Un largo pasillo. Papeles por el suelo, sangre en las paredes, y las puertas de los despachos destrozadas.

Damián aparece en mitad del pasillo y se dirige al ascensor. Cuando llega, pulsa el botón y espera, impaciente.

SANDRO (O.S.)
(con una voz enfermiza)
Damián…

Damián se vuelve sobresaltado. Detrás de él, en mitad del pasillo, se encuentra Sandro. Tiene las cuencas oculares vacías y dos grandes ríos de sangre bañan su rostro. Su pelele sostiene sus dos ojos, jugando con ellos.

SANDRO
(buscando a Damián con su mano derecha)
Damián, ¿estás ahí? Ayúdame Damián, ayúdame…

Damián contiene la respiración.

El ascensor llega y la puerta se abre. SUENA UN TIMBRE.

Tanto Sandro como su pelele giran el rostro al escuchar el sonido.

DAMIÁN
(dando un paso atrás para meterse dentro del ascensor)
Lo siento Sandro… Pero creo que finalmente no despediré a Gloria.

El rostro de Sandro se enfurece y su pelele deja caer los dos ojos al suelo.

Damián pulsa un botón dentro del ascensor.

Sandro lanza un grito de RABIA y empieza a correr. Su primer paso APLASTA UNO DE SUS OJOS. Extiende el brazo de su pelele, amenazante

La puerta se cierra lentamente. Sandro y su pelele están a punto de entrar. Damián se mete hasta el fondo.

La puerta del ascensor se cierra justo delante de las narices del pelele de Sandro.

INT. ASCENSOR - DÍA

Damián oye cómo Sandro y su pelele GOLPEAN LA PUERTA con violencia, mientras él desciende mirando hacia arriba con una mezcla de tristeza y de pavor.

SANDRO (O.S.)
(con voz siniestra)
¡Este no es tu sitio Damián, ni el de ella, ni el de los débiles como vosotros! ¡Pelele´s World es sólo para los mejores! ¡Es nuestro mundo, Damián, es nuestro…!

Una ruidosa CARCAJADA es lo último que se escucha.

INT. PASILLO – DÍA

Se abre la puerta del ascensor y Damián sale con celeridad. La planta presenta el mismo aspecto desolador que la anterior.

Damián encuentra una puerta cerrada donde se lee inscrito: “DEPARTAMENTO FINANCIERO”. Abre y pasa dentro.

INT. DEPARTAMENTO FINANCIERO – DÍA

Papeles revueltos, sillas tiradas, teclados y monitores destrozados, silencio, vacío… Los ojos de Damián buscan pero no encuentran.

Una brisa de aire roza su pelo, alertándole. Se gira y GRITA sobresaltado.

En una ventana abierta una mano resiste agarrándose al borde.

Damián corre rápido hacia ella…

EXT. EDIFICIO PELELE´S WORLD/VENTANA – DÍA

Gloria está suspendida en el aire. Damián llega y coge su mano derecha justo cuando ésta se resbala. El pelele de Gloria tira con fuerza de la ropa de la mujer. Damián la arrastra hacia él, con fuerte ímpetu. Entonces el pelele le GOLPEA en la cara, GRITANDO RABIOSO. Pero Damián resiste y consigue meter a Gloria dentro.

INT. DEPARTAMENTO FINANCIERO – DÍA

Damián cae exhausto de espaldas al suelo y Gloria sobre él. Enseguida el pelele de la chica ataca el cuello de Damián, agarrándole con fuerza. Damián intenta quitárselo con su única mano. Gloria interviene, ayudándole, y entre los dos consiguen separar al pelele del cuello de Damián. Pero entonces el pelele, sin control, golpea a uno y a otro y ellos apenas pueden esquivar los GOLPES.

Damián en ese momento ve un rollo de cinta aislante sobre el borde de un escritorio cercano. Se incorpora rápidamente y se hace con la cinta. Cuando se vuelve hacia Gloria, el pelele la está asfixiando. Damián lo aparta con el pie y lo pisa. Luego extiende un trozo de cinta ayudándose con la boca y lo acerca a la boca de Gloria, que lo muerde. Él pega el trozo sobre el pelele, que no para de moverse como loco intentando zafarse de su trampa, ante la perplejidad de Gloria.

Damián se incorpora y busca en el escritorio. Rápidamente, agarra un teclado y tira de él con fuerza. Luego se arrodilla frente a Gloria.

DAMIÁN
Gloría, confía en mí. ¿De acuerdo? ¡Confía en mí!

Ella, aunque inquieta, asiente con seguridad.

Damián ALZA EL TECLADO Y APLASTA CON ÉL AL PELELE. Gloria cierra los ojos y abre la boca dolorida. El pelele sigue moviéndose. Damián VUELVE A GOLPEAR CON MÁS FUERZA. Gloria se dobla ante el dolor. Pero el pelele continúa vivo. Damián GOLPEA UNA VEZ MÁS, HACIENDO AÑICOS EL TECLADO, y Gloria lanza un GRITO ENSORDECEDOR, y entre lágrimas, deja caer su cabeza sobre el hombro de Damián. Él enseguida la abraza para consolarla, LLORANDO también.

DAMIÁN
Lo siento, lo siento…

Gloria se recupera poco a poco y se separa de Damián para mirar a su pelele, ahora completamente inmóvil. Damián quita la cinta adhesiva y levanta la mano de Gloria, y ayudándose de su brazo amputado la desnuda de su pelele. El muñeco de trapo cae al suelo, inerte. La mano desnuda está rota, deshecha, pero liberada. Damián y Gloria se miran con los ojos empañados en lágrimas y se sonríen.

EXT. EDIFICIO PELELE´S WORLD – DÍA

Damián y Gloria salen del edificio agarrados el uno al otro. Ella lleva un improvisado cabestrillo y una chaqueta cubriéndole los hombros. Él ha tapado la hemorragia de su amputación cubriendo la herida con trozos de cinta adhesiva.

Los dos contemplan desolados el paisaje con el que se encuentran en el exterior.

EXT. AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA

Hierros de vehículos amontonados, cristales rotos, charcos de sangre… Y montones de personas yaciendo en el suelo, con sus peleles agonizando, hasta que también ellos, uno por uno, se desploman como sus dueños…

NARRADOR
Un triste y fatídico día los peleles se rebelaron contra el hombre y atacaron sin piedad. Ansiaban aniquilar a aquellos que les dominaban para ser libres y poderosos. Pero ignoraban que al alcanzar el éxito de su empresa, hallarían también, su final.

FIN


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