lunes, 15 de febrero de 2010

Colección de Microrrelatos.

Viajes en el tiempo

Un científico inventó una máquina del tiempo. Viajó con ella al futuro y comprobó desalentado que aquellos a los que no habían matado las guerras, los habían destruido los efectos del cambio climático, y los pocos supervivientes que quedaban sobre la faz de la tierra, vivían sumidos en la miseria y la pobreza debido a la escasez de recursos y alimentos.

Pero el científico decidió arreglar aquella situación y viajó al pasado. Allí se encontró con su joven padre y logró convencerle para que obligara a su hijo a estudiar letras en lugar de ciencias.



Los mundos de Guido

Guido se hizo escritor porque no le gustaba el mundo en el que vivía, y a través de la creación literaria, conseguía evadirse de él.

Pero un día Guido conoció a una mujer de la que se enamoró, y el mundo en el que vivía empezó a gustarle tanto que dejó de escribir, ya que quería aprovechar cada momento de su vida junto a su amor.

Sin embargo, un tiempo más adelante, el amor de Guido se hartó de él y le dejó. Guido se sintió muy triste y con ganas de quitarse la vida. Pero en lugar de eso volvió a escribir, creó un personaje idéntico a su enamorada, y la mató.




Juan e Inés

Estaba ante la mujer más bella del Universo.

Se desnudez femenina le mostraba todo aquello que siempre había deseado. Sus pechos firmes y redondos. Su piel suave y tersa. Y su vagina, símbolo perfecto de sexualidad, de libertad.

Ni siquiera la cicatrices, vivas aún, podían estropear aquella insólita imagen en el espejo.

Y fue justo en ese momento cuando Juan decidió que a partir de ahora se llamaría Inés.




El suicida inconformista

Me he intentado suicidar de mil maneras posibles: tirándome de un octavo piso, con una sobredosis de barbitúricos, dejando abierta la llave del gas, pegándome un tiro, quemándome a lo bonzo, ahorcándome de las ramas de un madroño, echándome aceite hirviendo a la cara… Así hasta mil y no hay forma, sano como un roble que estoy. Por ello hoy comienzo a visitar a un psicólogo que me trate para devolverme las ganas de vivir. No pienso pagarle ni una sola sesión y cuando me pida el dinero le diré que no lo tengo. Ésta seguro que funciona.




Reglas del amor

El maestro le enseñaba a su pupilo sobre las reglas del amor:

Si quieres que una mujer te de su corazón, dale tú el tuyo primero. Pero eso sí, no olvides envolverlo antes en un bonito papel de regalo o no te hará ni caso.




Inclasificables

- Eres egoísta, cínico, vanidoso.

- Tú irascible, materialista, quisquillosa.

- Haces trampas en el reparto de tareas domésticas.

- Nunca te pegué.

- Ni se te ocurra hacerlo porque te doy una paliza.

- Siempre te he amado.

- Ese es sin duda tu peor defecto.

- Por fortuna, también es el tuyo.




Julia y su solución contra el frío

Julia vivía sola porque le gustaba ser independiente; no creía necesitar a ningún hombre en su vida. Sus amigas la admiraban por su autodeterminación y valentía y eso alimentaba su orgullo.

Sin embargo, los inviernos lo pasaba mal por las noches, ya que no podía permitirse calefacción y el frío en su cama se hacía insoportable, y por mucho que se abrigara, al estar vacía la otra mitad de la cama, siempre quedaba hueco que ser ocupado por las corrientes gélidas de su dormitorio.

Entonces Julia tuvo una idea: se echaría un novio distinto cada invierno para calentar su cama y rompería con él cada primavera. Cuando se lo contó a sus amigas, ellas... Ellas no la entendieron.




Sueños con banda sonora

Samantha no me creyó cuando le conté que mis sueños tenían banda sonora, como las películas. Pensó que me burlaba de ella y se rió de mí. Fue justamente su sonrisa aquella noche, la que me enamoró.

Mientras estuvimos juntos, yo pensaba que todo iba bien, que éramos felices, la pareja perfecta, dos enamorados de ensueño. Sin embargo, para mi sorpresa, ella un día decidió dejarme. Le pregunté por qué, cómo era posible, si yo la quería, la amaba, y siempre me esforcé por hacerla sentir especial y nunca recibí una queja de su parte. Me contestó que por las noches tatareaba demasiado fuerte y le era imposible dormir.

Cómo podría haberlo yo sospechado.




Tras el huracán

La niña corría desnuda tras el huracán. El soldado no hizo nada por socorrerla. Una lágrima resbaló por su mejilla. No era por la niña, ni por los edificios derrumbados, ni por los centenares de muertos en las calles. Era por él mismo.

El soldado tiró el fusil y comenzó a quitar piedras de los escombros.




Tres deseos

- Si me encontrara una lámpara con un genio dentro que me concediera tres deseos, le pediría una mansión, un Mercedes, y por último, que te enamoraras de mí.

- Claro, pero primero la mansión y el Mercedes, ¿verdad?

- Para asegurarme. ¿Cómo no vas a enamorarte de un hombre con una mansión y un Mercedes?

- ¿Esa visión materialista tienes de mí?

- Si no es verdad, enamórate de mí. No tengo una mansión, ni un Mercedes, y soy bastante pobre.

- Mmm… Depende.

- ¿De qué?

- De cuanto tardes en encontrar al genio.




Un dolor de cabeza un tanto impetuoso

Me dolía tanto la cabeza que me enfurecí, agarré unas tijeras de podar y me la corté, y no contento aún, la pateé todavía rabioso, como si fuera un balón de fútbol, con tan mala suerte que le rompí una ventana al vecino de enfrente, quien me echó una reprimenda y además, no quiso devolverme la cabeza. Pero por lo menos para ese entonces, la jaqueca ya se me había pasado.




El día más triste de la historia de los “dibus”

Sin lugar a dudas, la moda que está haciendo furor en el siglo XXI es el animanismo, tendencia que consiste en pintarse todo el cuerpo de forma permanente para adquirir la apariencia de un dibujo animado. Así, son ya millones de personas en el mundo los que hoy por hoy han conseguido imitar a sus personajes de dibujos animados favoritos. Los más solicitados son Homer Simpson, Son Goku, y el Genio de Aladín, entre los hombres, y para ellas, Jessica Rabitt, Lara Croft y la pequeña Lulú.

En otro orden de cosas, una sucursal del banco Santander ha sido atracada esta mañana en Fuencarral. La policía busca a un Peter Pan como posible autor del robo.




Política

Un político es un hombre que se levanta cada mañana temprano como todo buen trabajador. Hace sus necesidades, se asea, se viste… Y a la hora de elegir el color de la corbata, consulta a un empresario.





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