viernes, 18 de abril de 2014

OH, OH... HAY ALGUIEN EN MI CAMA...

Este post va a ser útil, muy útil para los solteros.

Imaginaos que una noche os vais de fiesta, conocéis a alguien que os hace tilín, surge la pasión, la entrega, el sadomaso... En fin, cada cual en su estilo. El caso es que termináis en vuestra cama y después de toda una desenfrenada noche de éxtasis y lujuria (de 2 minutos) os despertáis a la mañana siguiente, comprobáis que esa persona sigue allí con vosotros y, no queréis que esa persona siga allí con vosotros (o: ¿¿¿qué coño hace esta persona aquí conmigo???). Por el motivo que sea: porque habéis descubierto que es el Yeti, porque le huele el aliento, porque estáis deseando ocupar toda la cama para estirazaros a gusto, porque le huelen los pies, porque os apetece estar solos para reflexionar sobre lo banal de vuestra existencia, porque os huele el aliento y los pies y no queréis que él/ella se entere...

No importa el motivo. El caso es que queréis que se vaya. Y no tenéis ni idea de cómo expresárselo adecuadamente sin herirle los sentimientos. Y hacéis lo que haría cualquier persona madura, responsable y con fuertes principios éticos: mentís. Y dado que estáis estresados porque la situación es tensa, vuestro cerebro va lento porque los efectos del alcohol consumido la noche anterior aún no se han disipado, y encima la retención de gases (porque estáis reteniendo gases y lo sabéis) no os deja pensar con claridad, recurrís a las primeras ideas absurdas que se os vienen a la cabeza. He hecho un amplio estudio sociológico (le he preguntado a dos amigos), y éstas son las tres mentiras más típicas que se os suelen ocurrir cuando os encontráis ante una situación como ésta:

1. Me encuentro mal/enfermo.
2. Tengo comida familiar.
3. Verás, en realidad, soy un hombre (si eres mujer), soy una mujer (si eres hombre).

¡Mal! ¡Muy mal! ¿Pero en qué estabais pensando? En quedaros solos para soltar gases, ¡ya lo sé!, pero para eso primero necesitáis quedaros solos, y con esta sarta de mentiras estáis generando la situación ideal para comprometeros para toda la vida. Porque a la opción 1 el Yeti (llamémoslo así a partir de ahora) podría responder: "me quedo aquí para cuidarte", a la opción 2 podría replicar: "¡estupendo!, estoy deseando conocer a tus padres", y a la opción 3 : "me da igual lo que seas, te acepto tal como eres", y encima pensará que por tu condición trans tienes problemas de aceptación social y ya no querrá dejarte solo/a nunca más en la vida.

En serio: ¿pero   en   qué   estabais   pensando?

¿Por qué complicarse tanto? ¿Por qué no decir simplemente la verdad? ¿Por qué no mirar con sinceridad a esa persona a los ojos, adentrarnos en lo más profundo de su alma y abrirle nuestro corazón? Y decirle: "Mira Yeti, lo he pasado muy bien contigo esta noche (creo), pero ahora mismo me apetece estar solo, así que te pediría que recogieras tus cosas y te fueras, por favor. No es un problema tuyo, no es porque te huelan los pies o el aliento (pero ya sabemos que a lo mejor sí), es simplemente que quiero estar solo. Espero que no te lo tomes a mal y que sigamos siendo amigos".

...

Jajajajajajajaja... Supongo que no os lo habréis creído. ¿"Espero que no te lo tomes a mal, espero que no te lo tomes a mal"? ¡Pues claro que se lo va a tomar a mal! Es muy posible que al tiempo que le decías esas palabras el Yeti te imaginara sacándole el corazón, tirándolo al suelo y aplastándolo con el pie mientras soltabas una risa enfermizamente sádica. ¿Pero   en   qué   coño   estabais   pensando? ¿Acaso queréis ganaros un enemigo para el resto de vuestra vida? Se vengará por el ataque sin escrúpulos a su dignidad que acabáis de acometer, y si sois tías os dejará como zorras y si sois tíos como impotentes o eyaculadores precoces, ¡y no queréis que los demás se enteren de eso! La verdad, ¡ja!, a ningún sitio se va con la verdad. Lo que tenéis que hacer es mentir mejor. He vuelto a hacer un amplio estudio sociológico (en realidad me lo voy a inventar porque el post se me está alargando y empiezo a tener hambre) y éstas son las 3 mentiras que he encontrado que mejor funcionan a la hora de desembarazarnos de nuestro Yeti:

A) Mi marido/mujer está a punto de llegar.
B) Soy un espía y en cinco minutos embarco hacía un lugar desconocido en una misión súper peligrosa y secreta.
C) Soy productor porno. Nos he grabado fornicando. ¿Te importa firmarme en este documento en el que me autorizas a distribuir los vídeos?

Y si Yeti te contesta "Me encantan los tríos", o "Amo la aventura y el riesgo", o "Creo que esta es mi oportunidad de relanzar mi carrera", date la vuelta y tírate un pedo. Eso nunca falla.


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