lunes, 10 de febrero de 2014

EL DÍA DESPUÉS A LOS GOYA 2014

Ésta ha sido una gala para hablar más de política que de cine.

En primer lugar porque el nivel de las películas nominadas de este año no ha sido demasiado alto si lo comparamos con otros años.

Y en segundo lugar, porque la gente del cine ya lo hizo en la gala, hablar más de política que de cine.

Bueno, prácticamente, lo que se hizo en realidad... Fue poner a caldo a Wert.

Y es que el ministro de cultura, o de la anti cultura, o de la yoquésé (que quizá sea el término que mejor define el sector cultural en nuestro país, el yoquésé que es eso) demostró anoche una máxima universal: si quieres que hablen mal de ti, no vayas.

Si el ministro hubiera ido a la gala no le habrían caído tantas pullas como las que le llovieron ayer. Le habrían caído, sí, pero no tantas.
Las mejores tetas del cine español, después de las de la Verdú.

Y cuidado, que no lo veo mal. De hecho es hacer política también, a su modo, como lo es también enseñar las tetas (los Chanante y Terele Pávez lo mejor de la gala, hala, ya tá). Además, que él se lo ha buscado. Wert le ha hecho a la gala de los Goya lo que su Gobierno al cine: quitarse de en medio. Así que, como un mal padre que abandona a sus hijos, o un pésimo ministro que se desentiende de un sector que le compete, todas las hostias que le den serán pocas.

Lo que pasa es que casi no hacía falta tanta pulla y tanta hostia. Menos sabiendo (porque lo sabíais, lo que pasa es que sois de sangre caliente y os dejáis llevar sin pensar antes las cosas, pero lo sabíais) que luego algunos del PP iban a aprovechar esas pullas y hostias para decir: "fue una gala contra el PP", "ya están otra vez los de la ceja", "los ricos progres"... Si es que vosotros no tenéis remedio, pero ellos menos.

Y no hacía falta porque la hostia más grande de todas, y la única que mereció la pena, se la dio a Wert el Presidente de la Academia, Enrique González Macho. Se la dio con los datos, con los números, y esos, no engañan. A esos no se les puede criticar por ser de un partido en lugar de otro o ser progres en vez de conservadores.

"La disminución de recaudación en cines debida a la pérdida de espectadores se estima en 102 millones de euros, lo que se traduce en que por cada euro que la Hacienda Pública ha recaudado a través del IVA, la Industria Cinematográfica ha perdido dos. A ver si así nos dejan en paz con lo de las subvenciones. El costo económico y social que ha provocado la subida del IVA ha sido infinitamente superior al aumento de la recaudación obtenida que, por cierto, ha sido la mitad de la esperada".

González Macho dejó en evidencia a Wert y a la política económica del Gobierno, porque los datos reflejan, sin ningún género de dudas, que son unos malos gestores. Son malos, muy malos. Son mucho peor que la película más mala del cine español (que para ellos, por supuesto, tiene que ser malííísima).

Y no sólo por la subida del IVA. El cine español necesita subvenciones. Vale que se tiene que controlar mucho mejor ese tema, porque al cine español también le ha sobrado mucho mamoneo, al igual que en otros sectores, por ejemplo el de la política. Pero el cine español necesita ayuda, como lo necesita cualquier otra industria. Ayuda para generar puestos de trabajo que generen a su vez otros puestos de trabajo. Si das un millón para que se haga una peli, estás contribuyendo a que guionistas, actores, maquilladores, y etc. trabajen y cobren (y consuman, por cierto), pero también estás creando trabajo indirecto: catering, taxistas, alquiler de localizaciones...

Ni en cine, ni en ninguna otra cosa, este gobierno ha hecho nada, en más de dos años, para crear un solo puesto de trabajo. Al revés: han facilitado el despido y fomentado la precariedad laboral.

Y si no me creen, consulten los datos. Esos nunca mienten. Se podrán manipular, tergiversar... Pero 6 millones de parados y 400 salas de cine cerradas, no son ni manipulables ni tergiversables.

Son lo que son. Una película muy, muy mala.

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