ATENCIÓN: ALERTA DE SPOILER.
Casi lo hacen de fábula, de verdad, casi...
De hecho, para muchos fans, el Primer Capítulo de la 7ª temporada de The Walking Dead ha sido uno de los mejores de la serie.
Ingredientes no le faltan: el suspense se lleva al límite, es un episodio que no te deja respirar, te mantiene en tensión durante todo momento.
La actuación de Andrew Lincoln es sobresaliente, para Globo de Oro.

La importancia del antagonista es vital, vital. Muchas de las mejores películas de héroes y villanos de Hollywood, le deben su éxito a la mezcla de odio y admiración que despertaban sus "malos": Star Wars es un buen ejemplo. Darth Vader lo era todo, daba miedo, tenía carisma, te aterraba y te fascinaba. Kylo Ren sin embargo parecía una niño mimado con demasiados ataques de rabieta, y el Episodio 7 fue una decepción para muchos, entre los que me incluyo.
Así que entiendo lo que han querido hacer los productores y guionistas de TWD con Negan: crear un villano que no estuviera a la altura de los héroes de la serie, sino que los sobrepasara, para que así el desafío subiera de nivel. Un malo cruel, despiadado y muy poderoso, al que, a pesar de la atracción que despierta por su repulsivo carisma, quisieras matar con todas tus fuerzas, tanto o más como los personajes en la ficción.
El objetivo en este episodio se consigue con creces. Muchos pensaron, me imagino, después de verlo: "Ahora vuelvo a engancharme a la serie más que nunca, porque ardo en deseos de ver el payback, y ojalá que tarden mucho en cargarse a Negan, porque mientras más se demoren en hacerlo, más se mantendrá ese deseo, y será eso lo que mantenga viva mi adicción a esta serie".
Sin embargo... Casi lo hacen de fábula, de verdad, casi...
Pero se pasaron 80 pueblos.
He visto muchas películas violentas y algunas cuantas gore, y sé que no pasa nada, que es ficción, que no están matando a nadie en realidad, he aprendido incluso que ver entrañas salientes y cabezas rodantes puede llegar a ser divertido, pero recrearse en el sufrimiento humano de aquellos que están asistiendo a la pérdida de un ser querido, me parece de lo más repugnante que existe.

Enhorabuena productores, guionistas, y (algunos) fans de TWD: tememos a Negan, odiamos a Negan, y en alguna parte muy oscura de nuestra alma, también lo amamos. Pero el trauma que sufren los amigos de Glenn se extiende (sólo, por desgracia) a aquellos que tenemos una cierta capacidad empática. Ponernos en la piel de Maggie, de Rick, de Daryl y los otros, no resulta aterrador, no resulta fascinante, no resulta sorprendente, simplemente es grotesco, triste y desgarrador. Y no hacía falta que me provocarais eso.
Porque al final del capítulo (y hablo sólo por mí), no sentía odio por Negan, no sentía deseo de ver cómo se desarrollaba la venganza ni curiosidad por cómo acabarían con él. Sólo repugnancia por los que han pensado y diseñado este capítulo.
Y que conste: ¡viva la violencia, mientras sólo sea en la ficción!
Vivimos en una sociedad que graba palizas de jóvenes a otros jóvenes, que se mete en internet para buscar vídeos de yihadistas cortando cabezas, el otro día una joven se grabó a sí misma minutos antes de su suicidio y el vídeo recibió miles de visitas...
Cosas como TWD 7x01 no ayudan.
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