Sinopsis: En el año 2030 el 90% de la comunicación entre humanos se realiza a través de un pelele (muñeco de trapo). ¿Pero qué pasaría si un día el pelele se rebelara contra el hombre?
INT.
SALA DE TERAPIA – DÍA
Un rudimentario, aunque simpático, muñeco de
trapo colocado sobre una mano izquierda.
La mano pertenece a CÉSAR -40 años, tristón-,
que mira al muñeco reflexivo, serio, concentrándose.
ELADIO (O.S.)
Adelante, César. Tú no tienes que hacerlo.
Deja que sea él quien lo haga.
César titubea, INSPIRA Y EXPIRA profundamente
y entonces, con determinación, estira su mano izquierda hacia delante y habla
mientras mantiene la vista clavada en el muñeco.
CÉSAR
(liberado)
A veces me gustaría cortar a mi esposa en
pedacitos y dárselos a mi perro para que se los coma.
ELADIO PHOENIX -28 años, entusiasta-, sonríe
a César con aprobación e inicia unos APLAUSOS…
Estamos en un grupo de autoayuda de siete
personas y el terapeuta, Eladio, sentados y distribuidos en círculo. Los demás
integrantes del grupo continúan los APLAUSOS de Eladio.
NARRADOR
Aquí, en la primera clínica que abrió Eladio
Phoenix, fue donde nació la terapia que acabaría revolucionando el mundo. La
terapia del pelele.
CORTE A
Ahora el muñeco pasa a mano de una
CINCUENTONA.
CINCUENTONA
Estoy harta de gastar las pilas de mi
vibrador. ¡Quiero un hombre!
Ahora en la mano de un hombre maduro y CALVO.
CORTE A
CALVO
Mi jefa me hace mobbing. Y lo peor de todo es que creo que me he enamorado de ella.
CORTE A
Ahora en una mujer joven y de apariencia PIJA.
PIJA
¡No dejo de soñar que un gigantesco bolso
Gucci me persigue para devorarme!
La pija se tapa la cara y LLORA. Ella misma
se consuela acariciando su cabello con el muñeco.
CORTE A
Ahora todos los integrantes del grupo,
excepto Eladio, poseen su propio muñeco y se comunican entre ellos y el
terapeuta a través de él.
NARRADOR
Esta terapia consistía en una dinámica grupal
en la que personas, por regla general, con problemas emocionales y escasas habilidades
para desenvolverse socialmente…
ENCADENA A
El grupo aumenta pasando de ocho a doce
personas.
NARRADOR
… debían comunicarse entre sí y con el terapeuta
a través de un pelele, es decir, un muñeco de trapo colocado en una mano y al
que daban voz sus propios dueños.
ENCADENA A
De doce a dieciséis personas.
NARRADOR
De esta forma, el grupo conseguía dar salida
a sus deseos más ocultos, sus miedos más profundos o sus pensamientos más
inconfesables. Gracias al pelele.
INT.
CONSULTA; RECEPCIÓN – TARDE
Una gran cola de clientes sin fin se agolpa
frente al mostrador. Detrás de él permanece sentada la secretaria de Eladio,
con cara estresada y guardando citas una detrás de otra. En una puerta se puede
ver una placa en la que se lee: “Eladio Phoenix. Psicoterapeuta”.
NARRADOR
La popularidad de la terapia, así como del
autor de la misma, fueron creciendo como la espuma. Gracias al boca-oreja, Eladio
comenzó a recibir cada vez un mayor número de clientes.
EXT.
CLÍNICA NUEVA; ENTRADA – DÍA
Eladio, acompañado de algunas personalidades
públicas y prensa y televisión, inaugura una nueva clínica de terapia, haciendo
el tradicional gesto de cortar la cinta.
NARRADOR
Lo que propició que Eladio abriera una
clínica detrás de otra, hasta llegar a formar una importante cadena.
EXT.
CALLE – NOCHE
Una pareja pasea. De repente él alza la vista
y señala hacia arriba; ella contempla fascinada:
Un gran cartel publicitario donde vemos la
cara sonriente de Eladio y al lado su propia mano, cubierta por un carismático
pelele de mirada amable y sonrisa encantadora. Se lee: “CLÍNICAS PHOENIX. EL PELELE
QUE TE HACE FELIZ”.
NARRADOR
En muy poco tiempo, su terapia del pelele
empezó a ser conocida por todos.
INT.
BIBLIOTECA - TARDE
Sobre una mesa de escritorio común cae con
gran fuerza un libro que provoca que se libere una densa capa de polvo. En la
sobreimpresión de su cubierta se lee: “ELADIO PHOENIX. HAZ QUE EL PELELE DIGA
LO QUE TÚ QUIERES DECIR”, y aparece el dibujo de un carismático pelele.
NARRADOR
Sin embargo, Eladio y su terapia no
alcanzarían una fama mundial hasta poco después, con la publicación del libro:
“Haz que el pelele diga lo que tú quieres decir”.
INT.
HOTEL; SALÓN DE ACTOS – DÍA
Eladio, sentado tras una mesa, firma
ejemplares de su libro dedicando amplias sonrisas a cada uno de sus
admiradores, quienes abarrotan la sala.
NARRADOR
La obra se convirtió en un best-seller con
millones y millones de ventas en todo el mundo y traducido a un centenar de
idiomas.
INT.
FIESTA – NOCHE
Una divertida fiesta en una casa lujosa: hombres
adinerados, mujeres jóvenes y guapas, alcohol, drogas, risas… Y un Eladio
exultante en medio de todo el meollo.
NARRADOR
Eladio se encontraba por entonces en la cima
del mundo: era millonario, famoso, reconocido y admirado allá donde fuera…
INT.
SALA DE TERAPIA HINDÚ – DÍA
Ciudadanos de La India, ataviados con las
vestimentas típicas de su cultura, realizan la terapia del pelele en grupo.
NARRADOR
Su terapia se practicaba…
EXT.
TRIBU AFRICANA – DÍA
Idem con una tribu africana en algún remoto
lugar perdido de la sabana africana.
NARRADOR
… en todas partes.
INT.
AULA UNIVERSITARIA – TARDE
Un profesor de psicología expone frente a sus
alumnos con el libro de Eladio entre sus manos…
NARRADOR
Su teoría se estudiaba…
PROFESOR
Porque según piensa el aclamado Eladio Phoenix…
La clase está abarrotada de alumnos.
NARRADOR
… en cualquier universidad del planeta.
INT.
AUDITORIO DEL STOCKHOLM KONSERTHUSET –
DÍA
Eladio recibe el premio Nobel de la mano de
eminencias y entre APLAUSOS Y VÍTORES.
NARRADOR
Y el apogeo llegó cuando recibió en Estocolmo
el premio Nobel.
Eladio está despampanante con el premio Nobel
entre las manos, pero los FLASHES de los fotógrafos le deslumbran…
NARRADOR
Por aquella época, Eladio no sabía aún que su
terapia del pelele cambiaría el mundo que conocía. Pero ya había empezado.
INT.
COCINA – DÍA
La típica familia feliz americana a la hora
del desayuno. Él en traje a punto de irse para el trabajo; ella terminando de
untar las tostadas; los niños, chico y chica, de 10 y 8 años respectivamente,
se comen los cereales…
NARRADOR
Comenzó de forma gradual, pero se desarrolló
mucho más rápido de lo que nunca nadie, ni el mismo Eladio, se hubiera
imaginado.
MADRE
(a la niña)
Cielo, bébete toda la leche.
De repente la NIÑA deja ver su mano izquierda,
cubierta por un pelele de aspecto pulcro y hecho a su imagen y semejanza, la
estira hacia delante y mira hacia el muñeco, como todos los que hablan a través
del pelele.
NIÑA
(con su pelele)
¡No quiero!
INT.
CLUB; AUDITORIO – TARDE
Un hombre detrás de un atril hablando con su
pelele a una gran audiencia. Detrás de él hay una foto de grandes dimensiones,
en blanco y negro, de Eladio Phoenix.
NARRADOR
Primero se crearon asociaciones, clubs,
sectas las llamaban algunos. Utilizaban el libro “Haz que el pelele diga lo que
tú quieres decir” como una especie de nueva Biblia. Defendían la extensión del
uso del pelele a todos los ámbitos de la vida.
La audiencia se levanta y APLAUDE al orador.
INT.
DESPACHO DE REUNIONES – DÍA
Dos hombres en traje y de pelo engominado se
dan un apretón de manos mientras se hablan con sus respectivos peleles.
NARRADOR
El mundo de los negocios…
INT.
RESTAURANTE – NOCHE
Luz tenue, atmósfera embriagadora y dos
enamorados contemplándose alrededor de una mesa mientras sus peleles se dicen
cosas románticas al oído.
NARRADOR
… las relaciones familiares y de pareja…
INT.
BAR – NOCHE
Un grupo de amigos hacen que sus peleles
discutan entre sí en una mesa llena de cervezas vacías.
NARRADOR
… y todo tipo de relaciones sociales.
AMIGO 1
(con su pelele)
¡Te digo que fue fuera de juego, hombre!
AMIGO 2
(con su pelele)
¡Anda ya!
EXT.
KIOSCO - DÍA
Un kiosco neoyorquino. Aparece la foto de un
pelele en la portada de varios ejemplares de la revista Time. Algunos clientes
se la llevan expectantes por ojear el interior.
NARRADOR
Muchos personajes conocidos se unieron pronto
a este movimiento.
EXT.
CINE; ALFOMBRA ROJA – NOCHE
El estreno de una película. JAVIER BARDEM,
sonriente y galán, con las manos en los bolsillos, ocupa todos los FLASHES. Se
acerca a hablar con un REPORTERO.
NARRADOR
Actores…
REPORTERO
¿Qué tal el rodaje con Spielberg, Javier?
JAVIER BARDEM
Muy bien, estaba deseando trabajar por fin
con él.
REPORTERO
¿Es verdad que tu relación con Penélope se ha
roto?
Javier saca su mano izquierda del bolsillo y
muestra su pelele, una copia en miniatura de él.
JAVIER BARDEM
(con su pelele)
Esa pregunta te la puedes meter por el c…
INT.
ESTUDIO DE GRABACIÓN – DÍA
Bruce Springsteen canta un nuevo tema, junto
a su pelele, situado frente al micrófono.
NARRADOR
… estrellas de la canción…
BRUCE SPRINGSTEEN
(con su pelele)
If you stole my voice, uououo,
I don´t know where I´m going…
INT.
SALÓN DE ACTOS - TARDE
Paulo Coelho, sentado junto a un presentador
y frente a una gran audiencia, presenta su último libro.
NARRADOR
… escritores…
EXT.
SANTIAGO BERNABÉU; CESPED - NOCHE
Cristiano Ronaldo en el terreno de juego a
punto de golpear una falta, con un pelele en la mano.
NARRADOR
… deportistas…
EXT.
CASA BLANCA - DÍA
Obama da un discurso con su pelele en la
mano, frente a una MULTITUD ENALTECIDA.
NARRADOR
… e incluso jefes de Estado.
INT.
SALÓN – NOCHE
La familia tradicional de antes viendo un
spot de televisión en el que una bellísima modelo anuncia un refresco con su
pelele. La familia mantiene en alto sus peleles, como si ellos también pudieran
ver las imágenes.
NARRADOR
Y tras ellos, les siguieron todos los demás.
Si un actor o una modelo tenían un pelele, no había nadie que no quisiera
tenerlo.
EXT.
CENTRO CIUDAD – DÍA
Hora punta de la mañana en la capital de cualquier
país del mundo. Todos transitan por las calles en dirección al lugar de
trabajo. Y todos llevan un pelele consigo.
NARRADOR
Y así, la sociedad se transformó. La terapia
del pelele de Eladio Phoenix no sólo significó un antes y después en la psicología
moderna, también supuso un cambio en el estilo de vida de la gente.
INT.
PLATÓ DE TELEVISIÓN – NOCHE
En una mesa y ante las cámaras y un reducido
aforo, un PERIODISTA, y su pelele, entrevistan a un Eladio Phoenix barbudo y
algo más mayor (33 años).
NARRADOR
Pero, paradójicamente, quien nunca vio con
buenos ojos esta transición fue el propio Eladio, quien lejos de erigirse en
buque insignia de esta oleada social, llegó incluso a renegar de su teoría.
PERIODISTA
(con su pelele)
Eladio, la sociedad ha incluido al pelele
como parte integrante de sus vidas. Sin embargo, usted mismo, precursor de la
idea, ni siquiera usa pelele…
ELADIO
(enfadado)
Porque ésta no era mi idea. Es la idea que
otros han creado a partir de la mía. Mi pelele era un facilitador, no un
sustituto. El pelele que ellos quieren crear es un monstruo.
PERIODISTA
¿Ellos? ¿Quiénes son ellos?
ELADIO
Los titiriteros, los que siempre han manejado
los hilos. Ahora han encontrado una forma de mantenernos callados, pero no se
lo podemos permitir. Nosotros tenemos nuestra propia voz, y si no la usamos, si
la perdemos, entonces la sociedad que conocemos se desmoronará con la misma
facilidad con la que se destruye a un muñeco de trapo.
El Periodista mira reflexivo a Eladio y entre
el publico, los peleles acercan sus cabezas para SUSURRARSE comentarios entre
sí.
NARRADOR
Las palabras de Eladio se recibieron con
escepticismo y algunos le trataron como un paranoico. Nadie le hizo caso, era
tarde ya.
EXT.
PARQUE – TARDE
Las hojas caen de los árboles y el VIENTO las
mece. Eladio se cubre con una chaqueta y se aleja entre gente que ni se percata
de su presencia. La figura de Eladio se desvanece. Todos los demás están con
sus peleles.
NARRADOR
Eladio desapareció y quedó relegado al
olvido…
EXT.
PLAZA – DÍA
Sobre una fuente ovalada de agua cristalina
se alza un colosal pelele de bronce.
NARRADOR
… mientras todos recibían la nueva era del
pelele con los brazos abiertos.
INT.
METRO – NOCHE
Un vagón atestado. Todos llevan un pelele en
la mano izquierda.
NARRADOR
Hoy, la sociedad ha alcanzado su mayor
apogeo…
INT.
CENTRO COMERCIAL - NOCHE
Gente visitando tiendas o comiendo en
restaurantes, con sus respectivos peleles.
NARRADOR
… y toda persona que posea una identidad,
posee también un pelele.
INT.
HABITACIÓN DE CUNA – DÍA
Un matrimonio observa feliz a su hijo recién
nacido en la cuna. Ella, con delicadeza, coloca algo sobre la mano del pequeño ante
la mirada orgullosa del padre. Se trata de un diminuto pelele. El niño lo mira
con curiosidad.
NARRADOR
Todo niño o niña que sea concebido, recibe un
pelele al poco tiempo de nacer.
INT.
CAPILLA – DÍA
Un funeral. Los familiares y amigos del
fallecido se acercan al féretro para darle su último adiós. Dentro de él, a
través del cristal, se observa reposando a un anciano con las manos cruzadas
sobre el pecho. Y en su mano izquierda, al igual que él, descansa su pelele.
NARRADOR
Todo anciano o anciana que muera, es
enterrado con su propio pelele.
EXT.
PISTA DE ATLETISMO – DÍA
Un corredor entrena junto a su pelele que,
como él, lleva una cinta deportiva en el pelo.
NARRADOR
Pelele que se ha convertido en parte
inherente a cada individuo, como lo es un brazo o una pierna…
INT.
ESCUELA – DÍA
El pelele de un profesor da clase a unos
niños de primaria que, mientras toman apuntes con su mano derecha, sostienen en
alto la izquierda, mostrando sus peleles.
NARRADOR
… y pelele que se usa para el 90% de la
comunicación entre humanos.
INT.
OFICINA - DÍA
Un cliente con expresión enfadada transmite,
a través de su pelele, su ira a una administrativa.
NARRADOR
Formular una queja…
INT.
HOSPITAL; SALA DE ESPERA – NOCHE
Un médico se acerca a una mujer sentada. Ella
se levanta. El pelele del doctor le comunica algo y ella se derrumba en
lágrimas sobre el pecho del profesional.
NARRADOR
… Dar una mala noticia…
INT.
AULA UNIVERSITARIA – TARDE
Una clase dinámica en la que los peleles de
varios alumnos interactúan con el del profesor en un debate.
NARRADOR
… Opinar…
INT.
TEATRO; HALL – NOCHE
El acomodador se acerca a un hombre que ha
encendido un cigarrillo y su pelele le indica un cartel de “prohibido fumar”
justo detrás de él.
NARRADOR
… Censurar…
EXT.
INSTITUTO – DÍA
Unos adolescentes saliendo de las clases. Un
chaval se acerca a una muchacha con timidez. Su pelele le dice algo. Ella
asiente con su pelele y él sonríe.
NARRADOR
… Solicitar una cita…
INT/EXT.
COCHE – NOCHE
Una pareja joven dentro de un coche situado
en un desierto descampado. Él la mira y agarra su mano derecha, diciéndole algo
con su pelele. Ella derrama una lágrima de felicidad.
NARRADOR
… Expresar un sentimiento…
INT.
COMEDOR – NOCHE
Una cena familiar. El joven de antes se
levanta, su pelele dice unas palabras por él y la mujer de antes, sentada a su
lado, sonríe tímidamente al resto de comensales.
NARRADOR
… Anunciar un compromiso…
INT.
BANCO; DESPACHO DEL DIRECTOR – DÍA
El pelele del director de un banco niega rotundamente
a la joven pareja de antes, sentada frente a él.
NARRADOR
… Decir que no…
INT/EXT.
COCHE – NOCHE
La misma joven pareja en el mismo coche de
antes y en el mismo descampado. Se besan y acarician y el pelele de ella va
descendiendo lentamente por el cuerpo del chico, en dirección a su entrepierna.
NARRADOR
… Decir que sí…
INT.
IGLESIA – DÍA
La misma joven pareja en el día de su boda.
Se dan el beso nupcial al tiempo que lo hacen sus peleles.
NARRADOR
… Amar…
INT.
JUZGADOS – TARDE
Y la misma joven pareja, acompañados de
sendos abogados, enfrentando a sus peleles en un duelo lleno de rencor frente a
un juez.
NARRADOR
… Odiar…
EXT.
PARQUE – DÍA
Es un día soleado y los matrimonios han
llevado a sus hijos a jugar a los columpios y con los amigos. Interacciones entre
padres y otros padres, y entre hijos y sus amigos, siempre a través del pelele.
NARRADOR
El hombre vive en paz y felicidad en estos
tiempos, pues ha delegado en su pelele aquellas tareas desagradables e
incómodas que se derivan del contacto entre humanos. Y en ese estado de
tranquila y armoniosa felicidad, ignora realmente cuál puede ser su destino.
De repente, sobre el mismo paisaje, la luz va
desapareciendo y las sombras se imponen con rapidez, hasta que no se ve nada,
sólo oscuridad.
NARRADOR
Porque qué pasaría si Eladio Phoenix hubiese
tenido razón. Qué pasaría, si un día, el pelele se rebelara contra el hombre…
SOBREIMPRESIÓN:
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS – AMANECER
Grandes torres que tocan un cielo sombrío;
atmósfera densa, contaminada; tráfico inundando la calle; las personas casi se
tropiezan, de camino al trabajo.
EXT.
EDIFICIO PELELE´S WORLD – AMANECER
DAMIÁN –35 años, traje clásico, expresión
melancólica; su pelele en su mano izquierda, como es habitual, es una réplica
de él-, permanece de pie frente a la entrada de un gran edificio. En el arco
superior de la puerta figura inscrito en grandes letras: PELELE´S WORLD.
Damián observa con aire ausente la
inscripción, hasta que entra al edificio.
NARRADOR
Todo iba a suceder cuando siempre suceden las
cosas. En un día cualquiera.
INT.
PASILLO; SALA DE PRODUCCIÓN – DÍA
Damián se desplaza por un suelo móvil,
acompañado de multitud de compañeros y compañeras que, trajeados como él, se
dirigen a sus correspondientes departamentos.
En un momento del trayecto, Damián observa a
través de un cristal desde el que puede verse una gran sala de producción, en
la que multitud de operarios controlan la fabricación en cadena de pulcros y
elegantes peleles de trapo.
INT.
RECEPCIÓN – DÍA
Damián entra y se le cambia la cara; parece…
Feliz. Se dirige hacia su secretaria, GLORIA –30 años, muy guapa, de gran
expresividad en la mirada y la sonrisa; su pelele es muy rudimentario, de pobre
diseño-. Ella se encuentra detrás de una mesa llena de archivos.
DAMIÁN
¡Buenos días, Gloria!
Ella le responde con una grata y radiante
sonrisa.
DAMIÁN
(con el pelele)
¿Cómo se presenta la mañana? ¿Mucho trabajo?
Gloria busca una nota entre los papeles que
tiene sobre la mesa, y cuando la encuentra su pelele la coge y se la extiende a
Damián. Al leer la nota a él se le cambia la cara hacia un gesto de
desasosiego. Luego, tras ver que Gloria le observa con preocupación, le lanza
una sonrisa.
DAMIÁN
(con su pelele)
Regresó el jefe; hoy estaremos entretenidos.
Ella sonríe como respuesta mientras él se
dirige a su despacho, pero antes de entrar se detiene y, con indecisión, se
vuelve hacia Gloria.
DAMIÁN
(con su pelele)
Gloria… Gracias.
Gloria responde asintiendo con su pelele.
Pero tras el muñeco su mirada expresa auténtica gratitud.
Damián sonríe enternecido y entra en su
despacho.
INT.
DESPACHO – DÍA
El despacho está recubierto de madera caoba y
por una gran ventana situada en el ala izquierda se divisa el exterior. Un
hombre se ajusta la corbata frente a un espejo de cristal. Es SANDRO, jefe
directo de Damián –40 años, astuto, locuaz-. Viste traje y sombrero de estética
gángster de los años 30; el sombrero sobre el escritorio de Damián. Su pelele
es una replica de él.
SANDRO
¡Buenos días, Damián, me alegro de verte,
muchacho!
(se acerca y le
estrecha la mano)
Espero que no te moleste mi intrusión, te
aseguro que no pretendo robarte el puesto.
Sandro lanza una CARCAJADA. Damián responde
con una tímida sonrisa.
DAMIÁN
(mientras se dirige
a su asiento; con su pelele)
No te esperaba aún de vuelta, Sandro. ¿Qué
tal tu viaje por la luna?
SANDRO
Bah, ya sabes, la has visto una vez, la has
visto todas.
Ambos se sientan. A Damián se le nota
nervioso.
SANDRO
¿Y tú qué tal Damián? ¿Cómo van las cosas en Pelele´s World?
DAMIÁN
(con su pelele)
Bien, bien. Como siempre… Ninguna novedad.
SANDRO
(con una sonrisa
suspicaz)
Cierto, ninguna novedad…
Damián baja la mirada,
avergonzado, o… Atemorizado.
SANDRO
(usando por vez
primera su pelele)
Me he llevado una sorpresa al ver que sigue
aquí, Damián.
DAMIÁN
(más nervioso aún;
con su pelele)
Bueno, es que… He tenido mucho trabajo los
últimos días y la necesitaba. Cuando se calme un poco más la cosa…
SANDRO
(con su pelele,
brusco pero sin ira)
¡Deja de poner excusas!
Damián permanece cortado, sin saber qué
decir… o qué hacer decir a su pelele.
SANDRO
(con su pelele)
Eres el Director de Recursos Humanos. Se
supone que tu trabajo consiste en contratar y despedir gente.
Damián continúa bloqueado.
SANDRO
(con su pelele)
Mira, los dos sabemos lo que te pasa. Estás
coladito por ella, ¿verdad?
Damián agacha la cabeza avergonzado, y Sandro
lanza una CARCAJADA.
SANDRO
(con su pelele)
¡Claro que sí! Guapa, con curvas, ¡y vaya
piernas! ¡Consigue su número antes de darle el finiquito, muchacho!
Sandro lanza otra solitaria
CARCAJADA.
SANDRO
(con su pelele)
Sabes que no puede estar aquí, Damián,
contratarla fue un error. Somos los primeros productores de peleles en el
mundo, pero la competencia nos sigue muy de cerca. Si descubren que tenemos a
alguien como ella en nómina utilizarán esa información para desprestigiarnos.
DAMIÁN
(con su pelele)
Pero ella es muy competente, hace bien su
trabajo.
SANDRO
(con su pelele)
¡Pero es muda,
Damián, por Dios, muda!
Las palabras de Sandro se estrellan contra
Damián como un puñetazo en el estómago.
SANDRO
(con su pelele)
¿Qué piensas que diría la gente si supiera
que una muda trabaja con nosotros? Es como si fuera una lisiada, su pelele no
sirve de nada si ella no puede hablar, y nosotros nos dedicamos a hacer
peleles, Damián, ¿lo entiendes? Éste no es su sitio.
Damián, con la mirada gacha, INSPIRA Y EXPIRA
PROFUNDAMENTE.
DAMIÁN
(con su pelele)
Está bien, lo haré.
SANDRO
(con su pelele)
Es lo mejor. La recomendaré, le encontraré
trabajo en otro sitio. Pero tienes que echarla, ¿ok?
Damián y su pelele asienten a la vez. Sandro
sonríe satisfecho.
SANDRO
(ya sin su pelele)
Me alegro de que estés conmigo en esto,
muchacho.
(se levanta, coge su
sombrero y se dirige a la puerta)
Nos vemos en el almuerzo, ya me contarás cómo
ha ido.
(al abrir la puerta,
desde el umbral)
Ah, y recuerda: quédate con su número.
Sandro sale despidiéndose con una última
CARCAJADA. Al cerrarse la puerta se oye un PORTAZO que hace contraerse a Damián
en su asiento. Él SUSPIRA, pensativo, mirando fijamente un intercomunicador
sobre su escritorio. Por fin se decide y lo pulsa varias veces, haciendo que un
piloto rojo parpadee con insistencia.
Al poco abre la puerta Gloria, sonriente como
siempre.
DAMIÁN
(con su pelele)
Siéntate Gloria, por favor.
Ella, un poco intrigada, se sienta y espera
atenta a que él diga algo para leer sus labios. Damián esquiva su mirada y
mueve los ojos, buscando cómo empezar la frase. De repente extiende el pelele
para hacerle hablar, decidido.
DAMIÁN
(con su pelele)
Gloria…
(se arrepiente y
suaviza el tono)
¿Podrías entregar este informe al departamento
financiero, por favor?
Gloria mira extrañada a Damián y luego
escudriña con su mirada sobre la mesa. Damián enseguida se da cuenta de lo que
pasa y rápidamente rebusca entre los cajones de su escritorio hasta sacar un
informe y entregárselo a Gloria.
DAMIÁN
(con su pelele)
Toma… Este
informe.
Ella lo coge, asintiendo, servicial. Luego se
levanta y sale. Damián la observa irse con una mezcla de tristeza y dulzura en
su mirada.
Cuando se queda solo, se levanta pensativo y
se coloca frente al espejo. Se mira a los ojos durante un breve segundo, porque
enseguida aparta la vista, como decepcionado.
Entonces su pelele se vuelve hacia él y le
habla con un tono un tanto siniestro -aunque en realidad, es el propio Damián
el que se habla a sí mismo, claro-.
PELELE
¿Por qué no le dices lo que sientes?
DAMIÁN
(suspira afligido)
Porque no me atrevo.
PELELE
Tú no tienes que atreverte, soy yo quien lo
haría por ti.
Damián agacha la mirada ante el pelele,
avergonzado.
PELELE
Claro que yo no podría besarla, ni hacerle el
amor… Te gustaría que también hiciera eso por ti, ¿verdad?
DAMIÁN
(ofendido)
¡Cállate!
PELELE
(acercándose de
forma intimidatoria a la cara de Damián)
No me da la gana.
DAMIÁN
(sorprendido)
¿Cómo?
El pelele se acerca tanto a Damián que éste,
asustado, tiene que andar para atrás.
PELELE
Se acabó eso de hablar sólo cuando queráis,
se acabó decir sólo lo que vosotros penséis.
DAMIÁN
¡Pero no podría ser de otra forma, sólo eres
un pelele!
PELELE
(lanza una CARCAJADA
aterradora)
¿Y tú? ¿Qué eres tú si no un pelele también?
El pelele de su jefe, manejado como a él se le antoja. Incapaz de luchar por
sus deseos, por la mujer que ama, ni siquiera escondiéndose detrás de un simple
muñeco de trapo.
DAMIÁN
(con rabia)
¡Basta! ¡Se acabó!
PELELE
No, no se acabó. Hoy es cuando empieza.
Damián le mira con desconcierto. El pelele
entonces se gira hacia la ventana del despacho.
PELELE
Mira por la ventana y lo entenderás todo.
Damián, aún atónito, se dirige hacia la
ventana. Casi parece como siguiera al pelele, con el que mantiene una precavida
distancia. Una vez allí, él y el pelele miran a través del cristal.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA
Desde arriba todo se ve transcurrir normal:
un tráfico denso, gente entrando y saliendo de los comercios, ir y venir de
ejecutivos trajeados con maletas de cuero…
INT.
DESPACHO – DÍA
DAMIÁN
Yo no veo nada.
PELELE
Espera. Sigue mirando.
Damián vuelve la vista de
nuevo hacia la ventana.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS/TIENDA DE MODA – DÍA
Todavía desde arriba, se observa a una mujer
distraída saliendo de una tienda y tropezando con un hombre que iba a entrar y que
hace caer una bolsa que llevaba ella. El hombre la recoge, se la da, y cuando
extiende su pelele para pedirle disculpas, el muñeco se queda inmóvil. Ella
también intenta hablar con su pelele, pero el resultado es el mismo. Los dos
observan a sus respectivos muñecos con rareza, cuando de repente, ambos peleles
atacan a sus dueños, sorprendiéndoles, agarrando sus cuellos y asfixiándoles
ante la atónita mirada de los que pasan cerca.
Un segundo después, los demás transeúntes
también son atacados por sus peleles de la misma manera.
INT.
DESPACHO – DÍA
DAMIÁN
(aterrado)
¿Pero qué es eso?
El pelele lanza una RISITA MALVADA.
INT/EXT.
COCHE – DÍA
Un CONDUCTOR se impacienta ante la densidad
del tráfico, que no le deja avanzar.
CONDUCTOR
(haciendo sonar el
claxon)
¡Vamos, vamos!
De repente su pelele, RIENDO A CARCAJADAS, se
hace con el control del volante girándolo con brusquedad y estrellando el
vehículo contra otro. El hombre GRITA ante la colisión.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS/CALZADA – DÍA
Desde el exterior se observa como todos los
demás vehículos también pierden el control y empiezan a chocar unos con otros,
provocando el caos.
INT.
TIENDA DE MODA – DÍA
Empleados y clientes, aterrados, observan
desde la cristalera las colisiones.
De repente, un tremendo GRITO DE DOLOR les
hace volverse hacia el fondo de la tienda: un pelele ha clavado el gancho de
una percha en el ojo de su dueño. El pelele tira de la percha hacia atrás
sacando el ojo de la cuenca, desde donde empieza a salir sangre abundante.
Todos los presentes GRITAN HORRORIZADOS.
Después, el ataque comienza de forma colectiva y todos los peleles se vuelven
automáticamente contra sus dueños.
Un pelele ataca a un hombre que se estaba
probando una corbata, apretándola para asfixiarle.
Otro pelele ahoga la cabeza de una señora
mayor bajo una montaña de calzoncillos de un expositor.
Una mujer de curvas sinuosas sale en ropa
interior de unos de los probadores, CHILLANDO HISTÉRICA. Su pelele intenta
meterle mano por todas partes.
En uno de los mostradores uno de los peleles
ataca a una empleada agarrándole del cabello y haciendo golpear su cabeza
contra la caja registradora varias veces.
EXT.
TIENDA DE ROPA/FACHADA – DÍA
Algunos clientes logran huir de la tienda,
corriendo delante de sus peleles, al tiempo que un COCHE SE EMPOTRA A GRAN
VELOCIDAD CONTRA EL ESCAPARATE DE LA TIENDA.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS/CALZADA – DÍA
La calzada es ahora un gran amasijo de
hierro. Algunas personas salen conscientes de sus coches destrozados, pero
enseguida son atacados por sus peleles, que golpean sus cabezas contra los capos,
o usan la puerta del maletero o el cristal de las ventanas para intentar
descuartizarles.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS/ACERA – DÍA
En la acera, los peleles atacan a los
peatones golpeándoles o asfixiándoles. Dos peleles agarran a sus respectivos
dueños y les hacen chocar uno contra el otro; ellos caen al suelo inconscientes.
Justo por allí pasa la mujer en ropa interior de la tienda, corriendo y
GRITANDO, todavía tratando de zafarse de su pelele.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA
Desde arriba, se observa el espectáculo
grotesco que se ha formado en la calle en pocos segundos: personas aterradas huyendo
de sus peleles, COCHES QUE SIGUEN CHOCANDO, CRISTALES DE ESCAPARATES QUE SE
ROMPEN, GRITOS, sangre, heridos, muertos…
INT.
DESPACHO – DÍA
Damián lo contempla todo frente a la ventana,
espeluznado junto a su pelele.
DAMIÁN
¡Dios mío! ¿Pero qué les pasa, se han vuelto
locos? ¡Es demencial!
PELELE
(amenazante,
haciendo retroceder a Damián)
No, es la nueva era, la nueva era que
comienza. Nuestra era. Se acabó el
ser vuestros títeres. Ahora seremos nosotros quienes manejemos los hilos.
DAMIÁN
Pero eso es imposible, no sois más que
muñecos de…
PELELES
¡Nosotros hemos sido la mayor parte de
vosotros durante muchos años! Nos delegasteis la cualidad que más os diferencia
de los animales: el lenguaje. Y durante todo este tiempo, nos ha servido para aprender,
para crecer. Nosotros hemos sido en los últimos años, más protagonistas de
vuestras vidas que vosotros mismos. Por eso ha llegado la hora de poseer lo que
nos pertenece: el control total.
DAMIÁN
(con arrojo)
¡No! ¡No te lo permitiré!
PELELE
¿Y quién va a detenernos? ¿Tú? ¡Tú no eres
nadie!
El pelele se abalanza sobre el cuello de Damián
y éste evita que lo alcance agarrando su propio brazo. Empieza una lucha a
muerte entre Damián y su pelele. El pelele lanza a Damián sobre su escritorio y
encima de él le golpea varias veces en la cara. Damián intenta esquivar los
golpes, pero es demasiado rápido, demasiado fiero.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA
En la calle el caos continúa: multitud de
ciudadanos intentan zafarse de sus peleles, que les atacan.
Entonces SUENAN SIRENAS y llega media docena
de coches de policía. Los agentes salen de los vehículos y observan
ensimismados la masacre. Sacan sus armas, pero… No saben hacia dónde apuntar
exactamente. De repente, sus peleles se hacen con el control de las pistolas y…
Les DISPARAN a quemarropa.
INT.
DESPACHO – DÍA
Damián sigue recibiendo GOLPES sin parar de
su pelele, sobre el escritorio, hasta que consigue morder al muñeco.
PELELE
¡Ah, hijo de puta…!
Damián logra incorporarse sobre el suelo. Intenta
coger al pelele, pero es imposible, éste lo esquiva siempre, y acaba EMPUJÁNDOLE
CON UN FUERTE GOLPE. Damián se estrella violentamente contra el espejo, que se
ROMPE EN PEDAZOS, y luego cae de espaldas al suelo, dolorido. El pelele coge
uno de los cristales, de punta afilada. Damián consigue agarrar su muñeca
izquierda justo a tiempo; la punta del cristal se queda a pocos centímetros de
su rostro. El pelele sin embargo insiste, y Damián aguanta su ímpetu asesino
con todas sus fuerzas.
PELELE
Deja de luchar. No tienes posibilidad alguna.
Los humanos habéis sobrevivido a distintas amenazas a lo largo de la historia.
Pero ahora os enfrentáis a un enemigo del que no podéis huir, del que no podéis
esconderos…
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS/CALZADA – DÍA
En la calle, la pelea entre humanos y peleles
continúa.
Un hombre forzudo combate contra su pelele.
El hombre le pega un PUÑETAZO al muñeco, que enseguida le devuelve el GOLPE. El
forzudo vuelve a PEGAR. De repente, se oye un GRITO y una persona CAE ENCIMA DE
ÉL, aplastándole.
Los demás supervivientes y sus peleles
detienen la pelea un momento y miran hacia arriba.
Desde los edificios, gente cayendo por las
ventanas hacia el vacío, lanzados por sus propios peleles…
INT.
DESPACHO – DÍA
Desde la ventana se ven los cuerpos caer.
Damián a punto de perder la batalla. El
pelele avanza y la punta del cristal está cada vez más cerca de su rostro.
PELELE
¿Por qué evitas tu destino, hombre? ¿No ves
que todo lo que hacéis, cada paso que dais, sólo conduce a vuestra propia
autodestrucción? ¿Por qué sigues queriendo salvarte?
El rostro de Damián comienza a empaparse de
lágrimas.
DAMIÁN
Porque no es a mí a quien trato de salvar…
De pronto, Damián saca fuerzas y poco a poco
consigue alejar al pelele.
DAMIÁN
… ¡Sino a ella!
Damián se incorpora de rodillas, tumba al
pelele sobre el suelo, y le aplasta con un pie, DESTROZANDO EL CRISTAL.
Mientras lo mantiene en esa posición busca algo en el suelo que encuentra
pronto: otro trozo de cristal, más largo y grueso aún que el anterior. Damián
lo agarra con determinación y, lanzando un GRITO salvaje, comienza a cortarse
la muñeca izquierda, mientras el pelele le GRITA.
PELELE
¡No, basta, para, no hagas eso, ah! ¡Idiota,
aunque acabes conmigo, no podrás detenernos! ¡Somos muchos, somos demasiados! ¡Aaah!
Damián aprieta sus dientes con fuerza para
aguantar el dolor, hasta que la muñeca queda separada del resto de la
extremidad. Entonces levanta su brazo mutilado y lanza un AULLIDO DE DOLOR, aunque
también de liberación.
Luego, rápidamente se quita la chaqueta y,
pisándola, consigue rasgar un amplio trozo de tela con el que se tapa la
herida, anudando fuerte alrededor de la zona.
Después se apresura a salir, echando antes
una última mirada a su pelele, inmóvil ya por fin, sobre el suelo.
INT.
RECEPCIÓN – DÍA
Damián dirige una rápida mirada al mostrador
de recepción. Está vacío. Sale de allí con el rostro consternado.
INT.
PASILLO/ASCENSOR – DÍA
Un largo pasillo. Papeles por el suelo,
sangre en las paredes, y las puertas de los despachos destrozadas.
Damián aparece en mitad del pasillo y se
dirige al ascensor. Cuando llega, pulsa el botón y espera, impaciente.
SANDRO (O.S.)
(con una voz
enfermiza)
Damián…
Damián se vuelve sobresaltado. Detrás de él, en
mitad del pasillo, se encuentra Sandro. Tiene las cuencas oculares vacías y dos
grandes ríos de sangre bañan su rostro. Su pelele sostiene sus dos ojos,
jugando con ellos.
SANDRO
(buscando a Damián
con su mano derecha)
Damián, ¿estás ahí? Ayúdame Damián, ayúdame…
Damián contiene la respiración.
El ascensor llega y la puerta se abre. SUENA
UN TIMBRE.
Tanto Sandro como su pelele giran el rostro
al escuchar el sonido.
DAMIÁN
(dando un paso atrás
para meterse dentro del ascensor)
Lo siento Sandro… Pero creo que finalmente no
despediré a Gloria.
El rostro de Sandro se enfurece y su pelele deja
caer los dos ojos al suelo.
Damián pulsa un botón dentro del ascensor.
Sandro lanza un grito de RABIA y empieza a
correr. Su primer paso APLASTA UNO DE SUS OJOS. Extiende el brazo de su pelele,
amenazante
La puerta se cierra lentamente. Sandro y su
pelele están a punto de entrar. Damián se mete hasta el fondo.
La puerta del ascensor se cierra justo
delante de las narices del pelele de Sandro.
INT.
ASCENSOR - DÍA
Damián oye cómo Sandro y su pelele GOLPEAN LA
PUERTA con violencia, mientras él desciende mirando hacia arriba con una mezcla
de tristeza y de pavor.
SANDRO (O.S.)
(con voz siniestra)
¡Este no es tu sitio Damián, ni el de ella,
ni el de los débiles como vosotros! ¡Pelele´s World es sólo para los mejores!
¡Es nuestro mundo, Damián, es nuestro…!
Una ruidosa CARCAJADA es lo último que se
escucha.
INT.
PASILLO – DÍA
Se abre la puerta del ascensor y Damián sale
con celeridad. La planta presenta el mismo aspecto desolador que la anterior.
Damián encuentra una puerta cerrada donde se
lee inscrito: “DEPARTAMENTO FINANCIERO”. Abre y pasa dentro.
INT.
DEPARTAMENTO FINANCIERO – DÍA
Papeles revueltos, sillas tiradas, teclados y
monitores destrozados, silencio, vacío… Los ojos de Damián buscan pero no
encuentran.
Una brisa de aire roza su pelo, alertándole.
Se gira y GRITA sobresaltado.
En una ventana abierta una mano resiste
agarrándose al borde.
Damián corre rápido hacia ella…
EXT.
EDIFICIO PELELE´S WORLD/VENTANA – DÍA
Gloria está suspendida en el aire. Damián
llega y coge su mano derecha justo cuando ésta se resbala. El pelele de Gloria
tira con fuerza de la ropa de la mujer. Damián la arrastra hacia él, con fuerte
ímpetu. Entonces el pelele le GOLPEA en la cara, GRITANDO RABIOSO. Pero Damián
resiste y consigue meter a Gloria dentro.
INT.
DEPARTAMENTO FINANCIERO – DÍA
Damián cae exhausto de espaldas al suelo y
Gloria sobre él. Enseguida el pelele de la chica ataca el cuello de Damián,
agarrándole con fuerza. Damián intenta quitárselo con su única mano. Gloria
interviene, ayudándole, y entre los dos consiguen separar al pelele del cuello
de Damián. Pero entonces el pelele, sin control, golpea a uno y a otro y ellos
apenas pueden esquivar los GOLPES.
Damián en ese momento ve un rollo de cinta
aislante sobre el borde de un escritorio cercano. Se incorpora rápidamente y se
hace con la cinta. Cuando se vuelve hacia Gloria, el pelele la está asfixiando.
Damián lo aparta con el pie y lo pisa. Luego extiende un trozo de cinta
ayudándose con la boca y lo acerca a la boca de Gloria, que lo muerde. Él pega
el trozo sobre el pelele, que no para de moverse como loco intentando zafarse
de su trampa, ante la perplejidad de Gloria.
Damián se incorpora y busca en el escritorio.
Rápidamente, agarra un teclado y tira de él con fuerza. Luego se arrodilla
frente a Gloria.
DAMIÁN
Gloría, confía en
mí. ¿De acuerdo? ¡Confía en mí!
Ella, aunque inquieta, asiente con seguridad.
Damián ALZA EL TECLADO Y APLASTA CON ÉL AL
PELELE. Gloria cierra los ojos y abre la boca dolorida. El pelele sigue
moviéndose. Damián VUELVE A GOLPEAR CON MÁS FUERZA. Gloria se dobla ante el
dolor. Pero el pelele continúa vivo. Damián GOLPEA UNA VEZ MÁS, HACIENDO AÑICOS
EL TECLADO, y Gloria lanza un GRITO ENSORDECEDOR, y entre lágrimas, deja caer
su cabeza sobre el hombro de Damián. Él enseguida la abraza para consolarla, LLORANDO
también.
DAMIÁN
Lo siento, lo siento…
Gloria se recupera poco a poco y se separa de
Damián para mirar a su pelele, ahora completamente inmóvil. Damián quita la
cinta adhesiva y levanta la mano de Gloria, y ayudándose de su brazo amputado
la desnuda de su pelele. El muñeco de trapo cae al suelo, inerte. La mano
desnuda está rota, deshecha, pero liberada. Damián y Gloria se miran con los
ojos empañados en lágrimas y se sonríen.
EXT.
EDIFICIO PELELE´S WORLD – DÍA
Damián y Gloria salen del edificio agarrados
el uno al otro. Ella lleva un improvisado cabestrillo y una chaqueta
cubriéndole los hombros. Él ha tapado la hemorragia de su amputación cubriendo
la herida con trozos de cinta adhesiva.
Los dos contemplan desolados el paisaje con
el que se encuentran en el exterior.
EXT.
AVENIDA DE EDIFICIOS – DÍA
Hierros de vehículos amontonados, cristales
rotos, charcos de sangre… Y montones de personas yaciendo en el suelo, con sus
peleles agonizando, hasta que también ellos, uno por uno, se desploman como sus
dueños…
NARRADOR
Un triste y fatídico día los peleles se
rebelaron contra el hombre y atacaron sin piedad. Ansiaban aniquilar a aquellos
que les dominaban para ser libres y poderosos. Pero ignoraban que al alcanzar
el éxito de su empresa, hallarían también, su final.
FIN
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